Los hijos de Héctor Gutiérrez Ruiz, cuyo cuerpo fue encontrado el 21 de mayo de 1976 en Buenos Aires, presentarán una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad en busca de los autores materiales del crimen.

El abogado del Observatorio Luz Ibarburu, Pablo Chargoñia, informó este viernes en el programa Haciendo memoria de Radio Nacional sobre la intención de Mateo Gutiérrez de abrir una nueva causa para investigar aspectos que aún no fueron develados sobre el asesinato de su padre, entre ellos la forma en que se concretó el asesinato, además de confirmar en el ámbito judicial la hipótesis de que el motivo del cuádruple crimen fue evitar la convocatoria de elecciones en los tiempos previstos por la Constitución.

“Mateo y su hermana quieren que haya una causa por la ejecución de Gutiérrez Ruiz y quieren que se reivindique la verdad histórica, porque se cuentan versiones falsas. A pesar de que se habla tanto, sigue habiendo versiones oscuras”, comentó Chargoñia. 

El abogado dijo que el fiscal Ricardo Perciballe ya está trabajando con las versiones taquigráficas de la comisión parlamentaria que investigó el crimen, que fue suspendida por falta de garantías luego de que se filtrara al diario El País el contenido de las actas en el espacio El Duende de la Trastienda, donde escribía el periodista Daniel Herrera Lusich.

Las actas revelaron el nombre de la enfermera Haydé Trías, que vinculó a Pedro Mato alias “el Burro” y Manuel Cordero con los asesinatos, aunque también se maneja la versión de que ese testimonio forme parte de una operación de inteligencia.

“Todo eso tiene que ser analizado y revisado, porque este cuádruple homicidio fue una de las cosas más terribles y elaboradas a altísimos niveles de los gobiernos uruguayos y argentinos”, expresó Chargoñia. 

La causa que investigó los asesinatos de Gutiérrez Ruiz, Zelmar Michelini, Rosario Barredo y William Whitelaw, por la que fueron procesados el ex canciller de la dictadura Juan Carlos Blanco y el ex dictador Juan María Bordaberry, estaba dirigida a los autores intelectuales del crimen y a la coordinación entre los estados para concretarlo.

Blanco y Bordaberry fueron procesados con prisión como coautores de homicidio muy especialmente agravado. En el caso de Blanco, se comprobó su responsabilidad en que las víctimas quedaran sin pasaporte en Argentina. Mientras que en el caso de Bordaberry su rol como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y presidente del Consejo de Seguridad Nacional le atribuye responsabilidad en las decisiones tomadas.

“El hecho de que fuera relevado de su cargo poco después de los homicidios [...] no significa que al tiempo de los mismos careciera de mando”, señala la sentencia de condena.

Gutiérrez Ruiz fue secuestrado a las dos de la madrugada del 18 de mayo en su apartamento de la calle Posadas en Buenos Aires, luego de que un integrante de las fuerzas represoras argentinas, Osvaldo Paqui Forese, que respondía al comando de Aníbal Gordon, forzara la puerta de entrada e ingresara al domicilio con personas que se identificaron como pertenecientes a la Policía Federal. Esa misma noche secuestraron a Zelmar Michelini en el hotel Liberty. Tanto a Matilde Rodríguez como al conserje del hotel, Mario Procacci, no les permitieron realizar la denuncia policial en las seccionales.

Rosario Barredo y William Whitelaw fueron secuestrados el 13 de mayo en la calle Matorras en la ciudad de Buenos Aires, junto con sus tres hijos, a los que trasladaron a un centro de detención clandestino, cercano a Automotores Orletti.

Sobre las 17.45 del 20 de mayo, dos vehículos encerraron a un conductor de un Torino color borravino y mediante amenazas con armas de fuego le robaron el auto. En la parte trasera del vehículo apareció el cuerpo de Zelmar Michelini, y en el baúl, los cuerpos de Barredo, Whitelaw y Gutiérrez Ruiz, el 21 de mayo, con una nota que intentaba confundir a la opinión pública atribuyendo el crimen al Movimiento de Liberación Nacional.

“Este ajusticiamiento efectuado dentro del marco de unidad que establece la Junta de Coordinación Revolucionaria debe servir de ejemplo a todos aquellos que pretendan alejarse del camino que impone la guerra contra las dictaduras asesinas de Uruguay, Chile, Argentina y Bolivia”, señalaba la nota.