El Ministerio del Interior (MI) informó que durante el fin de semana largo se realizaron más de 350 operativos para desarticular fiestas clandestinas y aglomeraciones de personas en todo el país, uno de los cuales, en la plaza Seregni de Montevideo, culminó con detenidos, heridos y denuncias de abuso policial. Si bien desde el MI se destaca que la mayoría de los procedimientos transcurrieron sin inconvenientes, información publicada por medios del interior del país da cuenta de incidentes en localidades como Juan Lacaze y Mercedes.

El Eco Digital de Colonia informó que “cientos de jóvenes” fueron “reprimidos por la Policía” en el transcurso de este fin de semana en la ciudad de Juan Lacaze, en el marco de una serie de operativos en dicha localidad para desestimular aglomeraciones en la rambla de la ciudad, en la plaza principal y en la playa Charrúa. El medio citado señala que aglomeraciones similares de “gente grande” no fueron reprimidas durante el día, pero sí las de jóvenes durante la noche. Testigos entrevistados por ese medio señalaron que en la plaza principal de la ciudad, donde se produjeron los mayores disturbios, había grupos de jóvenes “cada cual en su barra”, que no estaban aglomerados.

Según dijo a la diaria el diputado del Frente Amplio por Colonia, Nicolás Viera, que mantuvo un diálogo con autoridades departamentales por este caso, en el procedimiento se produjo un enfrentamiento y los efectivos policiales utilizaron “escopetas con cartuchos no letales”, pero no hubo personas lesionadas. El legislador afirmó que el episodio “fue un susto” para los habitantes de la ciudad, “que no está acostumbrada a estas cosas”, y consideró que la “disuasión, por no llamarle represión”, ejercida por el MI es “selectiva” porque no se realiza en todos los casos por igual. “Pareciera que el virus se propaga de noche y entre jóvenes”, observó.

Por otra parte, Viera opinó que “el gobierno está dando algunos mensajes duales”, porque “por un lado nos dice que tenemos que cuidarnos responsablemente, pero por otro nos quiere obligar a no usar los espacios públicos, a que estemos en cuarentena en nuestras casas”, y señaló que “en ese caso habría que decretar una norma que estableciera la obligatoriedad de la cuarentena”, de forma tal de poder “aplicar medidas de fuerza”.

En Mercedes, Soriano, en la madrugada del sábado una adolescente fue detenida y conducida a la comisaría por “increpar” a los efectivos policiales que exhortaron a su grupo de amigos a separarse, cuando se encontraban en la rambla costanera de la ciudad. Según consignó Agesor en base al parte policial, la adolescente “se burló” de los funcionarios actuantes, por lo que fue detenida y posteriormente liberada.

El diputado frenteamplista Enzo Malán, de Soriano, opinó que este tipo de operativos entrañan una “situación de violencia” por parte de la Policía, “que no dialoga y que a veces hace también que la persona reaccione, y la reacción a partir de la ley de urgente consideración ya es considerada un delito”. Asimismo, sostuvo que “demostrar si actuaste mal o no es difícil”. “Está pasando que la gente termina temiendo la reacción del que lo va a proteger”, analizó. “Está bien la autoridad, pero no puede ser autoritarismo puro y duro”, agregó.

Fuentes del MI consultadas por la diaria indicaron que la cantidad de operativos realizados este fin de semana no fue extraordinaria, sino que se dio cuenta del número por la “expectativa” que había de cara al fin de semana largo y la celebración de Halloween, y para “contextualizar que hubo más de 350 intervenciones” sin mayores consecuencias, “salvo el incidente en la plaza Seregni”.

Artistas callejeros a prisión por no identificarse

El portal Agesor informó el martes que dos artistas callejeros, de 32 y 29 años de edad, fueron enviados a la cárcel por “atentado, agravio a la autoridad policial y daño” el sábado, luego de que se negaran a identificarse ante las autoridades policiales. El jefe de Policía de Soriano, William Martínez, dijo a la diaria que el motivo por el que se solicitó la identificación fue que “eran desconocidos en la ciudad”, por lo que “se los quería identificar” y “adoptaron una actitud hostil hacia la actividad policial”. “Sólo se les exigió un documento de identidad para saber de quién se trataba”, añadió el comisario.

Según Martínez, los artistas callejeros, que suelen hacer malabares en una esquina céntrica de la ciudad, “se negaron a brindar la identificación, comenzaron a insultar a la Policía, y fueron detenidos para ser conducidos a la seccional a efectos de completar su identificación”. “En el traslado se siguieron resistiendo, ocasionaron daños en el interior del vehículo policial y terminó con esa decisión judicial”, relató. Se los condenó mediante proceso abreviado por delitos de atentado, agravio a la autoridad policial y daño. Ambos cumplirán un mes de prisión efectiva, que se suma a siete meses de libertad a prueba en el caso del hombre y cinco en el caso de la mujer.