El capataz del establecimiento rural de Bella Unión que agredió con un rebenque a un peón de 20 años alcanzó un acuerdo abreviado con la fiscal de Bella Unión Silvia Ferreira y fue sentenciado por el delito de lesiones personales y no podrá salir del país.
El abogado del capataz, Diego Saravia, dijo a la diaria que el acuerdo dejó conforme a la defensa, y señaló que el autor confesó la agresión y la enmarcó en un contexto de “bromas pesadas”. “Él fue víctima de varios episodios de bromas por parte de este trabajador y un día decidió poner fin a esas bromas pesadas que venía recibiendo”, señaló el abogado.
En diálogo con la diaria, el secretario general de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas, Sergio Pintado, rechazó el acuerdo alcanzado, particularmente porque el hecho fue considerado como un problema personal, cuando influye la relación de jerarquía entre el agresor y el agredido, y además existieron otro tipo de abusos anteriores por parte del capataz.
“Vamos a comunicarnos con la central para ver cómo seguimos con la movilización. Esto fue un tema laboral y el tipo ya hacía otras cosas a varios trabajadores, como ensuciar el agua que tomaban”, expresó Pintado, y agregó que el tema será analizado en la próxima asamblea.
La pena imputada se enmarca en lo establecido por la ley de urgente consideración (LUC) que prevé la habilitación de regímenes de libertad a prueba para aquellos casos en que la pena tipificada no tenga un máximo de 24 meses de prisión y la persona no tenga antecedentes.
La Oficina de Seguimiento de Libertad Asistida será la responsable de controlar el cumplimiento de la pena por parte del capataz, quien deberá fijar residencia y no podrá salir del país.
Según establece la LUC en su artículo 31, la libertad a prueba “consiste en someter al penado al cumplimiento de un programa de actividades orientado a su reinserción social en el ámbito personal, comunitario y laboral a través de una intervención individualizada y bajo la aplicación de ciertas condiciones especiales”.
El régimen debe ser acordado entre las partes y además la Justicia puede añadir al menos otra medida; tiene como opciones la asistencia a tratamientos de rehabilitación para adictos, la prohibición de concurrir a determinados lugares, la prohibición de acercamiento a la víctima, la obligación de cumplir programas formativos de temáticas vinculadas al delito cometido, o la prohibición de conducir vehículos.
El caso en Bella Unión
El caso se conoció a mediados de julio, cuando el peón rural José Giménez denunció ante la fiscalía haber sido agredido con un rebenque por su capataz. Según la denuncia, el joven estaba trabajando cuando el capataz le hizo un comentario sobre su trabajo, luego le pidió que dejara el machete y lo agredió, tras haberlo acusado de romper el carburador de la moto.
La agresión que derivó en la denuncia no era la primera que sufría el trabador, ya que ese mismo día encontró excrementos entre las herramientas con las que trabajaba, y días antes, presentándolo como una broma, el capataz enganchó la bicicleta del joven a un alambrado electrificado, con un alambre que no se veía.
PIT-CNT denunció otro caso de maltrato laboral en el ámbito rural
El Secretariado Ejecutivo de la central sindical denunció la agresión contra un trabajador rural de 69 años por parte del encargado, ocurrida en un tambo de Sarandí Grande.
Según informaron a la diaria desde la Unión de Trabajadores Rurales y Agroindustriales del Uruguay, el hecho ocurrió a raíz de una discusión entre el trabajador y el encargado por la fecha de reintegro de una licencia, dado que el empleador pretendía contarle el 18 de julio-feriado no laborable- como un día de licencia.
La víctima hizo la denuncia ante la seccional y fue periciada por un médico forense que constató las heridas de la agresión, que se enmarca en una “práctica sistemática de agresiones y abusos” por parte del superior, según informó el PIT-CNT.
“Nos pronunciamos de forma contundente en contra de estas prácticas abusivas, herencias de las formas esclavistas. Reafirmamos nuestro compromiso de luchar sin descanso para erradicarlas del mundo del trabajo. No podemos asumir como naturales formas de ejercer el poder que denigran la dignidad humana”, expresó la central sindical en un comunicado difundido el sábado.