La fiscal Valentina Sánchez imputó a once funcionarios de la Intendencia de Tacuarembó como presuntos autores de un delito de peculado, al constatar que se quedaron con varios objetos que habían sido donados a la Dirección de Desarrollo Social de la intendencia. Como medida cautelar, se dispuso el arresto domiciliario por 45 días, además se definió la prohibición de comunicación entre los imputados para que no obstaculicen la investigación.
Según informó a la diaria la fiscal, en las últimas horas pidió la formalización de otros dos trabajadores de la Intendencia y podría haber más imputados a medida que avance la investigación.
La donación fue realizada por las empresas MegaWorld Trading SA y Oceantur SA, que operan en la zona franca de Florida, por un monto de 10.094 dólares y constaba de 1.816 tapas de madera para inodoro; 3.930 pares de botas; 2.618 equipos de lluvia; 1.764 camperas; 1.876 artículos de vestimenta y accesorios; 485 carteras y bolsos y 599 vestidos.
La intendencia dispuso un camión para ir a buscar la mercadería a Florida y una camioneta con cuatro funcionarios para colaborar con la carga. Según la fiscal, durante la carga no se realizó ningún control, existiendo varias herramientas que fueron cargadas y no figuran en el inventario presentado por las empresas donantes.
Al regresar a Tacuarembó, la mercadería fue trasladada hasta el estadio Raúl Goyenola, donde una cuadrilla ayudó a descargar el camión. Las autoridades de la intendencia visitaron el estadio municipal para ver la donación y, antes de retirarse, la escribana y secretaria general de la comuna, Liliana Esteves, planteó apartar un par de botas de lluvia y una llave inglesa para cada trabajador.
La investigación de la fiscalía, que implicó la pericia de varios teléfonos celulares, allanamientos y declaración de testigos, concluyó que, durante y después de la descarga de la mercadería, 11 trabajadores se apropiaron de varios artículos de la donación, totalizando 21 par de botas, 18 tapas de inodoro, 13 camperas, 14 chalinas, ocho capas de lluvia, seis vestidos y un monedero.
En tanto, en la casa de 15 trabajadores sólo se incautó la llave inglesa y el par de botas, que había dispuesto la escribana como retribución del esfuerzo realizado.