La fiscal especializada en Estupefacientes Mónica Ferrero pidió una condena de 15 años de penitenciaría para el empresario Martín Mutio por coautoría de narcotráfico y lavado de activos, en la causa iniciada con la incautación de 4,5 toneladas de cocaína en el puerto de Hamburgo, en agosto de 2019.
Cuando se cumplió un año de investigación Ferrero pidió prorrogar por un año màs la investigación preliminar debido a la demora de varias diligencias desde el exterior que se retrasaron más de lo habitual por la situación de emergencia sanitaria, pero la jueza Beatriz Larrieu otorgó cuatro meses, lo que obligó a Ferrero a presentar su acusación a fin del año pasado, tras una año y cuatro meses de investigación.
Desde la defensa de Mutio señalaron a la diaria que la acusación de la fiscal es “inconsistente” y que el único vínculo del empresario con la causa es que exportó la soja que se encontró en el contenedor con la droga.
“No ha encontrado en este casi año y medio que investigó ninguna evidencia nueva, al único que involucran en todo es a él, lo que es imposible, dada la magnitud de lo que se le imputa. No pudo haberlo hecho solo”, argumentó la defensa.
En esa línea, la defensa subraya que no hay nada que vincule a Mutio con la droga, ni con ningún cártel del narcotráfico, ni tampoco se da cuenta de alguna acción vinculada al lavado de unos 1.500 millones de dólares, que es el valor estimado de la droga incautada. “No sé cómo va a hacer la fiscal para probar que él tuvo algo que ver, no tienen ninguna prueba directa”, comentaron.
Otro de los puntos señalados por la defensa de Mutio es que en la acusación, Ferrero considera los antecedentes penales de Mutio por un delito contra la propiedad, en una causa ocurrida cinco años atrás, sin tomar en cuenta que esos antecedentes fueron extinguidos como parte de la condena, que implicó un acuerdo económico. “Jurídicamente no tiene antecedentes, la fiscal o no lo sabe o no se quiso enterar”, señalaron.
En la respuesta a la acusación, la defensa de Mutio buscará probar que él no pudo solo introducir esa cantidad de cocaína en Europa e incorporará una pericia contable para justificar el giro comercial, testimonios sobre la actividad comercial del acusado y pericias técnicas sobre el contenedor y los precintos.
“Según la fiscal los precintos están intactos, pero nosotros señalamos que no hay prueba de eso, son todas presunciones”, agregaron.
La causa se inició el 2 de agosto, luego que se conociera el hallazgo de 4.200 paquetes de cocaína dispuestos en 211 bolsos deportivos, en lo que las autoridades portuarias de Hamburgo calificaron como la incautación más grande de su historia. La droga viajó junto a 26 toneladas de soja que fueron exportadas por Mutio desde el puerto de Montevideo y que tenían como destino final el puerto de Amberes, en Bélgica.
Mutio fue detenido el 30 de agosto y formalizado por asistencia al narcotráfico, con 120 días de prisión preventiva y desde principios del año pasado espera el proceso en libertad. Las primeras investigaciones constataron que la exportación se había realizado en cuatro contenedores, tres que fueron cargados en la localidad canaria de Los Cerrillos y uno, en el que se encontró el cargamento de droga, en la localidad de Libertad, en San José.
Para pedir la formalización, Ferrero consideró que Mutio era el responsable del contenedor que se estaba cargando en Libertad y si bien no se encontraron elementos que prueben que él lo haya cargado, se entendió que estaban dadas las condiciones para imputarle la asistencia a los responsables de enviar la droga.
El 23 de agosto, una semana antes de que Mutio fuera formalizado, la fiscalía recibió un correo de la Policía Judicial Aduanera de Alemania con información sobre el peso y el lugar de carga del contenedor en el que fue hallada la droga, sobre el que no fue notificada la defensa, lo que llevó a los abogados de Mutio a pedir la nulidad de las actuaciones.
En junio, la jueza Larrieu rechazó el recurso por considerar que la Fiscalía no contaba con la información en condiciones de presentarla y además consideró que si lo hubiera hecho, la respuesta de las autoridades de Hamburgo “tampoco hubiera tenido valor suficiente para descartar la participación del imputado en el delito que se le imputa”.
La decisión de la jueza fue apelada por la defensa de Mutio, pero el Tribunal de Apelaciones confirmó la decisión de primera instancia en diciembre pasado, considerando que la respuesta de la Aduana de Hamburgo dejaba claro que no podía determinar si la droga había sido cargada en el Puerto de Montevideo.
De todas formas, el Tribunal advirtió que Ferrero, en la audiencia de formalización, se comprometió ante la defensa de Mutio, a diligenciar prueba sobre la información de la Aduana de Hamburgo, cuando en realidad ya tenía una respuesta. Para el ministro Julio Olivera Negrín, discordante en la decisión, la trascendencia del ocultamiento de la prueba no afecta la naturaleza irregular del hecho.
La siguiente etapa de la causa la llevará la subrogante de Crimen Organizado de 3 turno María Elena Maynard, dado que la jueza Beatriz Larriue, fue trasladada al juzgado penal de 33 turno.