Enrique Navas fue director de Cárceles hasta 2006, cuando fue destituido por el entonces ministro del Interior, José Díaz. En las últimas elecciones secundó a Gustavo Zubía, exfiscal, en la lista 9007 del Partido Colorado. Se retiró de la Policía como comisario general, grado máximo.

En redes sociales y en medios ha vertido sus opiniones acerca de la última dictadura militar, en la que posiciona a los torturadores como “presos políticos”. También es antisindicalización, antifeminista y se posiciona contra la izquierda.

Navas es docente de la Dirección Nacional de Educación Policial -conocida popularmente como se llamaba antes: Escuela Nacional de Policía-, donde se forman los oficiales de Policía. Comenzó sus tareas docentes el 3 de marzo de 2020.

En el curso de pasaje de grado de comisario a comisario mayor (penúltimo grado máximo de la Policía) es docente de la materia “Ética, mando y liderazgo”. Según fuentes policiales, como docente hizo varias declaraciones que generaron malestar entre los comisarios que participaron como alumnos, y algunos hasta se retiraron del curso. Navas fue grabado y los videos circularon.

Consultados representantes del Ministerio del Interior (MI) al respecto, comunicaron que “a partir del 1° de julio el director nacional de la Policía suspendió las clases de Navas por no estar de acuerdo con el formato académico y con el nuevo perfil que se le quiere dar a la escuela”. El curso que dictaba terminó a fines de junio y ya les tomó las pruebas a los alumnos, y según fuentes policiales, al despedirse dijo que “no volvería el año que viene”.

A fines de junio también fue cesado Washington Curbelo, director de la Dirección Nacional de Educación Policial. El MI informó que “la decisión estaba tomada desde antes” y que “los videos no guardan relación con la decisión”.

Los videos

En los videos se lo puede ver dando su clase y planteando sus posturas políticas. Sobre los sindicatos, afirmó: “La mala imagen que han hecho de la oficialidad, quienes tanto nos critican, que eso incluso, les digo más, fue una de las causas que esgrimieron para crear los sindicatos, eran los abusos de los superiores, de los oficiales. Y que sólo los sindicatos lo podía proteger al personal subalterno”, relata. “Lamentable que hubiera ocurrido así”, dijo.

Destacó que él no cumplió con la orden que era “ilegal”: “Cuando se autorizó el sindicalismo, yo me negué a cumplir esa orden ilegal, no la cumplí mientras fui director nacional en cárceles, hasta que me tuve que ir”. “Al año y algo ya me retiré definitivamente de la Policía porque discrepaba. No sólo por la sindicalización, de la que siempre estuve en contra, sino por muchas otras causas; discrepaba con la política del MI”, señaló.

En otro de los videos destaca los supuestos privilegios de ciertos colectivos: “Seguramente, va a salir el colectivo de gordos, que debe existir, a reclamar por eso. Si fuera negro, más. Si fuera mujer, más. Y si fuera homosexual, está por arriba de todo”.

También circula un video en el que plantea estar en contra del diálogo de la Policía ante una situación de riesgo: “Un sospechoso, cuando ya había cerrado el local, saca un arma y el cabo se queda quieto. Estaba quieto, tranquilo ahí. No actuó, creyó que podía negociar, que podía dialogar. ¿Cómo terminó el cabo? Con un tiro en la cabeza, muerto”.

El policía fallecido estaba cumpliendo tareas de 223, que es el servicio conocido como “222”, de vigilancia, pero ilegal. Si un policía es asesinado mientras cumple tareas como 223 no tiene los mismos derechos que tendría si lo mataran en un “acto de servicio”, porque es ilegal.

Opinó también sobre la postura de las autoridades de la época en el caso: “Encima lo que se critica, en vez de apoyar el intento de defensa y de aplicar la ley, se criticó que era un 223. El famoso 223. Un servicio no autorizado. Algo vergonzoso. Eso demuestra la falta de liderazgo. No hubo nadie que saliera a respaldar a ese pobre policía asesinado a sangre fría. Fue vergonzoso”. Según Navas, “eso muestra la falta de liderazgo policial”. “Un jefe tiene que apoyar a sus hombres. No los puede dejar abandonados, tirados, a merced de la delincuencia violenta, como pasó. Me dio vergüenza ajena en ese momento. Pensé: '¿Y esos jefes?'”. También dijo recordar que escribió “una nota que publicaron algunos diarios criticando” al director nacional de Policía “por su obsecuencia con las autoridades ministeriales y por omitir cumplir con el deber de apoyar esa situación”.

Para Navas, la acción del policía de no disparar e intentar dialogar “demostraba la pésima capacitación que se estaba dando a los policías”. “Porque se les enseñaba que no usaran el arma, que dialogaran, que tuvieran ‘calma’”, señaló. Es coherente con una de sus publicaciones en redes sociales en la que comparte una frase de Aldo Rico: “Al delincuente que tiene un arma en la mano, en la calle, no se le debe tener piedad”.

Finalmente, en otro video habla de cuando “para salvar a alguien” un policía “se hace procesar”: “Es como cuando usted para salvar a alguien se hace procesar, pero por una causa noble. No para cometer delitos ni nada de eso. A veces pasa en los enfrentamientos violentos que dice ‘fui yo’, y en realidad el que tiró o golpeó fue otro. Y usted se pone y a usted lo procesan. Eso es un acto de servicio. Usted va preso como un acto de servicio”.

Vinculó esta situación con los represores presos por delitos cometidos en la dictadura: “De la misma forma que ahora tenemos policías presos en la Unidad 8 Domingo Arena, que son presos políticos, están en un acto de servicio. Desde el punto de vista ético es correcta su actitud”.

Los “presos políticos”

Varias de las publicaciones de Navas en sus redes sociales refieren a los represores de la última dictadura, a los que considera “presos políticos”.

En una de ellas recuerda a Luis Maurente, torturador recientemente fallecido: “Otro preso político que muere enfermo. El coronel Luis Maurente falleció hoy. 14 años privado de libertad por haber servido a la Patria y a las instituciones democráticas, contra las bandas de delincuentes terroristas que por las armas pretendieron tomar el poder. A familiares, amigos y camaradas: mi más sentido pésame. Al enemigo (que sabemos nos lee): proseguiremos la lucha por otros medios, como ustedes persisten y se ensañan con nosotros”.

En otra de las publicaciones destaca el rol de Jorge Pacheco Areco: “Un día como el de hoy pero de 1998 fallecía el ex Presidente de la República Jorge Pacheco Areco, gran estadista y mayor patriota que supo conducir al país en las épocas más duras bajo el ataque de las bandas de delincuentes terroristas que pretendían derribar la democracia para instalar un régimen de ideología socialista. La revolucionaria izquierda no le perdonó jamás que salvara al país de sus intenciones de transformarnos en la otra nueva Cuba platense, pretendiendo enlodar su imagen y hacer aparecer su gobierno como ‘dictatorial’”. Y agregó: “Así lograron que este gran hombre, capitán de terribles tormentas, que nunca claudicó ante la presión y el chantaje terrorista, ni siquiera fuera oficialmente recordado con alguna plaqueta o nombrando alguna calle con su nombre. Los policías del pensamiento que regentean el pensamiento políticamente correcto lo han condenado y los demócratas y librepensadores no se animan a levantar esa imagen falaz que el Frente Amplio [FA] le impuso”.

También habla de “persecución política” y “caza de brujas”: “Prosigue la 'caza de brujas' promovida por el FA, por el intermedio del fiscal Perciballe, acusando a oficiales y personal comprometido en la lucha antiterrorista sin importar ninguna circunstancia. En esta ocasión lograron que el Juzgado Penal de 22° Turno procesara con prisión a José Lemos y a Jorge Gundelzoph”. Y sumó: “Como en todos estos juicios, sin prueba alguna, bastan las meras declaraciones de quienes pasaron en calidad de detenidos durante el gobierno de facto. Pueden acusar a cualquiera que se les antoje”. Dice además que “se siguen violando las garantías” y “los dos pronunciamientos populares en contra de esta persecución dirigida por la izquierda radical, quienes en su momento conspiraron para tomar el poder por la fuerza, desestabilizando a la democracia uruguaya”.

Además, habla de una “caza de brujas de la izquierda radical marxista” en el caso del policía retirado Tabaré Sartorio, quien fue procesado en 2020 por delitos de privación de libertad y abuso de autoridad contra detenidos. Sartorio fue acusado de participar directamente en la tortura de detenidos, y cumple arresto domiciliario por razones médicas y de edad.

Compartió una nota de la diaria sobre el caso y expresó: “Prosiguen los procesamientos con prisión de policías y militares que participaron en la lucha antiterrorista persiguiendo móviles políticos y económicos (cobro de dinero para los denunciantes al fin de cada juicio penal). En esta ocasión, un camarada de nuestra unidad, la ex Guardia Metropolitana, en base a denuncias absolutamente falaces y tergiversadoras de los hechos reales, gracias a que no se les exigen pruebas”. Dijo que esto es “un abuso de poder sin límites”.

El periodista Gabriel Pereyra compartió algunos de los videos en sus redes sociales. Navas lo increpó en Twitter: “El tramo grabado está totalmente fuera de contexto, no guarda ninguna relación con el contenido total de la disertación en contra de la corrupción, en el marco de la metodología por ‘dilemas éticos’ que no se pueden explicar con reduccionismos malintencionados”.

Larrañaga “cedió a grupos de presión”

Navas catalogó como “penosa” la decisión del exministro Jorge Larrañaga de quitar la placa de Víctor Castiglioni, repuesta por Diego Fernández, director nacional de Policía. Dijo que Larrañaga “cedió a grupos de presión ideologizados por la izquierda radical que apoyan a bandas de delincuentes terroristas”.

A Castiglioni también le dedicó una publicación: “Su grandeza, su profesionalismo, su liderazgo, su eficiente desempeño no precisan de ninguna placa puesta o retirada por mero compromiso o debilidad ministerial. No confundan el órgano político ministerial con la institución policial. Luchó para que nuestra democracia no termine en una dictadura socialista más”. Y se lamentó: “Nuestros líderes, así como nuestros caídos en cumplimiento del deber durante la lucha antiterrorista, siguen siendo de segunda y sin derecho a nada para el pensamiento de la izquierda que sigue defendiendo a las bandas terroristas hoy cobijadas dentro del FA”.

También se pronunció contra una supuesta “persecución”: “No a la persecución de civiles, policías y militares que pudieron haber cometido algún exceso en el marco del combate a las bandas de delincuentes terroristas que pretendían tomar el poder con las armas”.

Antifeminista

Navas opinó además sobre la violencia de género y el feminismo: “La violencia de género no existe. La violencia no tiene sexo, aunque el hembrismo de las organizaciones femibolches de la izquierda marxista siempre busquen confrontar”. Y agregó: “Esas organizaciones no son verdaderamente feministas, aunque se disfracen como tales. Su irreverente y hasta violento accionar así lo demuestra”.

Navas también se pronunció sobre el accionar de la justicia en casos recientes de abuso policial: “¿Y dónde está el respaldo del Estado al policía operativo y al penitenciario”. Según Navas, “se viene observando cada vez más, una tendencia a imputar ‘abuso de funciones’ al personal policial involucrado en operativos de contención de actos violentos o desacatos masivos, por distintas situaciones en que es llamado a restablecer el orden público. Sea en espacios públicos o en recintos penitenciarios. Se trata de una doble moral e inexcusable falta de respaldo al policía operativo, por parte de las Instituciones del Estado del sistema penal o de control social”, señaló. Y agregó: “En efecto, el mismo Estado que le exige al policía penitenciario que preserve la seguridad interna de los establecimientos, obligándolo a actuar cuando grupos de reclusos violentos se desacatan y provocan motines, por otra parte no lo respalda y le recrimina el necesario ‘uso de la fuerza’, sometiéndolo a la Justicia (imputaciones fiscales basadas en prejuicios contra el policía) y a la fácil crítica de quienes desde fuera del sistema, opinan sin estar ni padecer el peligro que ellos deben soportar diariamente”.

Para Navas, “frecuentemente los fiscales presumen excesos en el uso de la fuerza; no se ponen en el lugar de los efectivos que deben actuar en situaciones críticas, no contextualizan el empleo de medios de contención para reprimir desórdenes, ni siquiera comprenden, y sí solo empatizan con eventuales lesiones que presenten los reclusos por los choques en ese tipo de incidentes”.

También señaló a la prensa y a la izquierda: “Ello es recogido por la prensa y la izquierda frenteamplista, acusando rápidamente a la Policía por las intervenciones tácticas de restablecimiento del orden alterado”. Navas dice que es “todo un doble discurso ‘políticamente correcto’, en consonancia con la sesgada prédica de ‘derechos humanos’, que siempre apoya a los violentos, en perjuicio del accionar policial”. “Triste, vergonzoso y desmotivante para tantos buenos policías que aún quedan”, dice.

Navas expresó, además, que “estas son las únicas voces que se escuchan, igual que en las pasadas administraciones del FA, enfocadas en contra de todo lo que fuera policial”. Y cerró su análisis diciendo que esto genera que se vaya “debilitando la seguridad y priorizando solamente los mentados ‘Derechos Humanos’”.

Repudio de los sindicatos policiales

El Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom) y el Sindicato de Funcionarios Policiales de Maldonado (Sipolma), dos de los sindicatos policiales más activos, repudiaron los dichos de Navas.

Plantean que “el derecho a la sindicalización está consagrado constitucionalmente en nuestro país y que, si bien los policías son trabajadores con particularidades, tienen los mismos derechos fundamentales que cualquier trabajador”. Respecto a la sindicalización, dicen que “somos un país de vanguardia en la sindicalización policial, la que ha sido refrendada por ley, al punto tal que en los países vecinos se utiliza el caso de Uruguay como ejemplo de éxito en la sindicalización policial”.

Se posicionan contra los abusos: “Hemos dado y seguiremos dando la batalla constante contra cualquier tipo de abuso dentro de la fuerza policial, vengan de quien vengan”.

Resaltan la actitud de los comisarios que abandonaron la clase de Navas: “Destacamos la actitud de los comisarios que estando presentes en esta citada clase abandonaron la misma o filmaron los dislates expresados por el docente a los efectos de que saliera a la luz este semejante exabrupto”.

Finalmente, lamentan que Navas reivindique que no cumplía órdenes respecto a la sindicalización: “Lamentamos profundamente que un docente de la Escuela Nacional de Policía que ostentó altos cargos en la fuerza en su época de servicio reivindique hasta el día de hoy haber incumplido una orden directa que contaba con amparo legal y constitucional solo porque no le gustaba. Le informamos que la sindicalización policial llegó para quedarse”. Concluyen planteando su repudio: “Repudiamos que se viertan consideraciones políticas en instancias educativas formales de la Escuela Nacional de Policía”.

.