Hugo Henry Pereira Medina se fugó de la Unidad 4 Santiago Vázquez (ex Comcar) el sábado 14 de agosto. Con un historial de 15 antecedentes, tiene vinculación con el tráfico de estupefacientes en Colonia. Su última detención data de noviembre de 2020, en el marco de la Operación Guaraní en el departamento. También tiene antecedentes de fugas: ya se había escapado cuatro veces de la cárcel. En reclusión, Pereira trabajaba repartiendo comida para los policías de la cárcel.

Pereira fue capturado el jueves 26 de agosto, en el bar Las Palmas, en 18 de Julio y Gaboto. Se entregó sin ofrecer resistencia.

Respecto de la fuga, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, dijo: “En el Comcar tenemos 4.000 presos, se nos escapó uno”. Hubo dos versiones oficiales: la primera fue que se fugó por la puerta de la cárcel con un uniforme de operador penitenciario. Heber definió esta situación como “preocupante” el 25 de agosto, y dijo: “Va a haber sumarios adentro, porque no puede salir un narcotraficante a pie de la cárcel. Primero vamos a ver cómo fue. No sabemos quiénes son los que colaboraron con eso. Se disfrazó y salió caminando. Hay sospechas de que pudo haber habido ayuda. Por eso hay una investigación de inteligencia”.

La segunda versión oficial llegó tras su captura, cuando se le tomó declaración. Sobre esta nueva versión, Heber comunicó por Twitter que Pereira había dicho que “su fuga se dio por el alambrado perimetral detrás de los módulos 6 y 8”. Agregó que “salió con ropa civil y una mochila para cambiarse, encontrándose la ropa usada y el alambre roto”. Según el ministro, “todo lo señalado por el recluso ha sido comprobado, por lo que descartamos que se haya fugado por la puerta y tampoco uniformado”. Aportó fotos sobre la escena para respaldar su relato. En el lugar trabajó la Policía Científica y la investigación continúa.

La versión de la pareja de Pereira

Yoana Olivera, pareja de Pereira, fue entrevistada por el programa Santo y Seña. “Está pagando por algo que hizo, pero las condiciones en las que estaba eran infrahumanas”, dijo Olivera. El día de la fuga, contó que ella fue a la visita. “Estaba mal, estaba nervioso. Se quebró, 'me voy a morir acá adentro, no voy a ver crecer a Angelina'”, su hija menor.

Según informó su pareja, la “razón” de la fuga fue la “necesidad” de recibir atención médica cardiológica: “Tenía cuatro pases al cardiólogo, nunca lo atendieron. Tiene una insuficiencia cardíaca. Le daban pase y no lo llevaban”. “Me están dejando morir acá adentro”, afirmó que le planteó su pareja. Y agregó que “tampoco le daban la medicación”. “Él quería que lo atendieran. Necesita que lo operen”. Según pudo confirmar la diaria, Pereira tenía cardiólogo coordinado para el 24 de agosto.

Un discurso similar tuvo el abogado defensor de Pereira, Aníban Martínez Díaz: “Tiene un problema de salud grave. Necesita una cirugía. Tiene cuatro pases al cardiólogo y no se le estaba prestando la debida atención en el Comcar. Decidió fugarse para recibir tratamiento médico. Su idea no era fugarse y permanecer fugado, sino recibir el tratamiento médico con un cardiólogo particular para evaluar una posible prisión domiciliaria para tener una mejor calidad de vida”.

Respecto de las versiones acerca de la fuga, Olivera planteó que su pareja “salió caminando de la cárcel”. “Yo tengo la certeza de que salió por la puerta”, afirmó. Dijo que “se vieron” y que él “todavía tenía botas de operador penitenciario”. “Me dijo que se fugó por la puerta vestido como operador penitenciario”, afirmó.

Comentó una presunta anécdota que ocurrió tras la fuga: “Un móvil policial frenó para saber si querían que lo arrimara porque estaba uniformado y con tapabocas”. Olivera planteó que su pareja cambió su versión tras hablar con su abogado y considerar que “cambiar la versión lo podría beneficiar”. Sin embargo, afirma que “los zapatos que mostró el ministro no son de su pareja”. “Lo que aparece en la foto no es de él”, afirmó.

Respecto del cambio de versión de las autoridades, cuestionó: “Estuvieron 15 días diciendo que no había nada dañado, diciendo que lo vieron irse”. Y preguntó: “¿Cómo no vieron antes la cerca perimetral cortada?”.

“Para no quedar mal ellos”, dijo del porqué del cambio de versión. “No es lindo que una persona de 60 años se te escape por la puerta. Debe ser un cachetazo grande”, opinó.

Según Javier García, no hay elementos “que confirmen” que se fugó por el perímetro militar

Sobre la fuga ocurrida el 14 de agosto no hay un discurso único, incluso dentro del gobierno, entre el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa.

Algunas cárceles del país tienen guardia perimetral a cargo del Ministerio de Defensa y con militares apostados. Una de ellas es el Comcar. Según el Ministerio del Interior, el hombre fugado habría cortado el tejido perimetral y sorteado la guardia militar.

Javier García, ministro de Defensa, habló con Subrayado al respecto: “No tenemos ningún elemento que confirme su versión”, en relación a que el hombre salió cortando el perímetro militar”, lo cual pone en duda lo afirmado y mostrado en fotografías por Luis Alberto Heber, ministro del Interior.

García dijo que “continúa la investigación” y destacó el rol de los militares en el control de los perímetros. También resaltó el rol de Fiscalía para saldar la investigación.

Alcance de la LUC ante el delito de autoevasión

Dos jerarcas del Ministerio del Interior hicieron referencia a este episodio y al alcance de la Ley de Urgente Consideración (LUC) en este caso. Luego de la captura, Guillermo Maciel, subsecretario del Ministerio del Interior, planteó que “gracias a la LUC tendrá una nueva pena por autoevasión. Y es uno de los artículos que se pretenden derogar”. Por su parte, Santiago González, Director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, planteó en Polémica en el Bar que “antes de la LUC” este delito no hubiera sido castigado.

Sin embargo, el delito de autoevasión fue establecido por el artículo 184 del Código Penal del año 1934. Para que se aplique el delito, la ley plantea que tiene que haber “violencia contra las cosas”, como es la rotura de un tejido. La ley fue modificada en 1998, cuando se sumó como autoevasión el no reintegro de una salida transitoria. La novedad que planteó la LUC es que haya o no violencia, la autoevasión se pena, y plantea agravantes en caso de que haya violencia contra las cosas o contra las personas.