Este domingo se realizó una nueva audiencia en el marco de la causa que investiga la organización criminal de la que formaba parte Alejandro Astesiano, exjefe de seguridad presidencial, dedicada a falsificar documentación para que personas rusas pudieran obtener cédula de identidad y pasaportes uruguayos. La Justicia imputó al excónsul uruguayo en Moscú, Stefano Di Conza, por 14 delitos de fraude reiterados y delitos de suposición de estado civil en reiteración, a pedido de la fiscal Gabriela Fossati, informó El Observador y confirmó la diaria.

La fiscal solicitó la prisión preventiva del excónsul hasta el 6 de febrero, medida que fue aceptada por el juez del caso. Di Conza estuvo en el consulado uruguayo en Rusia entre 2013 y 2018. Según supo la diaria la versión del diplomático, al menos hasta la audiencia de formalización, es que excedía su responsabilidad verificar la autenticidad del documento y que nunca fueron advertidos desde el Ministerio del Interior de la existencia de riesgos en el trámite de expedición de pasaporte y negó cualquier vinculación con la organización criminal integrada por el exjefe de seguridad presidencial Alejandro Astesiano, el escribano Fernández y el ruso Alexey Slivaev.

Además del trabajo consular, Di Conza estaba encargado de recibir a las autoridades políticas y al desconocer el idioma ruso, la oficial de cancillería rusa era quien se encargaba de concretar las citas con los interesados en adquirir el pasaporte, mientras que él chequeaba que estuvieran los sellos institucionales requeridos para ese trámite.

Di Conza actualmente trabaja en la Dirección de Asuntos Consulares, aunque cuando inició la investigación en Fiscalía lo habían trasladado al Instituto Artigas del Servicio Exterior, informó El Observador.

Cuando Slivaev declaró en el marco de la causa, Fossati le consultó por varios funcionarios de la embajada uruguaya en Rusia, entre ellos, Di Conza. En esa oportunidad, Slivaev dijo no conocer a ninguno de los funcionarios mencionados.