Alejandro Astesiano, exjefe de la custodia presidencial, le pidió información al subdirector ejecutivo de la Policía, Jorge Berriel, sobre el destino de un viaje personal de Lorena Ponce de León. En paralelo, le pedía datos sobre la salida del país a un funcionario que integraba la custodia de la expareja del presidente.​ Berriel, que continúa en su cargo, declaró este miércoles ante la Fiscalía como indagado y dijo que el fallecido exministro del Interior Jorge Larrañaga fue quien le ordenó brindar información a Astesiano.

En una rueda de prensa, Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior (MI), explicó que “el ministro Jorge Larrañaga atendió a una persona que iba a ocupar un cargo de relevancia para el Ministerio del Interior; que iba a hacer un trabajo serio y honesto”, y agregó que “el número tres de la Policía es el subdirector operativo”, “por lo cual lo citó, le presentó a la persona y le dijo que colabore y trabaje, que es lo que debería hacer siempre”.

“Hoy tenemos el diario del lunes, ya todos vimos la película. Todos sabemos que Astesiano es un delincuente”, indicó el jerarca del MI. “Todos sabemos que los chats que andan circulando, que los tienen todo menos nosotros, los recuperó la Policía”, señaló. Cabe mencionar que Claudio Correa, encargado de la Dirección General de Información e Inteligencia Policial, pasó a ser indagado en la causa, justamente, por su papel en la recuperación de los chats y en el procedimiento en la detención de Astesiano.

“No podemos construir de esto un culebrón venezolano, con el respeto a los venezolanos”, dijo el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana. “Tenemos que hablar con seriedad, porque está en juego la seguridad del presidente, la seguridad de la familia del presidente, y era obvio que la persona que custodiaba a él y a su familia tenía que coordinar con la Policía”, acotó.

Por eso, “lo que hizo el ministro es lo que deben de hacer todos los ministros de la historia con la seguridad del presidente de la República”. Entonces, “no podemos ponerle más color ni más condimentos a esto, por lo que se hizo por parte de la Policía”, afirmó.

Según González, Astesiano “no fue investigado por la prensa”. “La prensa no sabía nada de Astesiano antes de que lo investigara la Policía”, planteó, y enfatizó: “Nada”. Sin embargo, más de un año antes de que Astesiano fuera detenido, la prensa fue la que publicó que tenía decenas de indagatorias policiales. También se trasladó la consulta a Presidencia de la Republica sobre los antecedentes que finalmente se confirmaron, aunque fueron negados en ese momento. A su vez, tras tomar conocimiento a través de los medios de comunicación, el exdirector de Identificación Criminal, Gonzalo Vázquez, chequeó en el sistema los antecedentes de Astesiano. Al notar que su cédula estaba disociada, corrigió el error en el sistema, lo que le costó un sumario con separación del cargo. En la investigación del MI que derivó en su cese se plantea que “realizó esta acción luego de enterarse de noticias de medios de prensa que afirmaban que esta persona poseía antecedentes, por lo cual cotejó su legajo, observó que el número de cédula no estaba registrado y procedió a completar la información para mantener los datos actualizados”.

González indicó que la prensa “no tenía un solo Whatsapp ni una sola conversación antes de que lo investigara la Policía” y que ahora “todos los días están con un titular distinto de 'a ver qué dijo', 'si comió papas fritas o si estaba este en la casa de no sé quién'”. “Eso no es serio, porque estamos hablando de la institución del Presidente de la República y de la seguridad de su familia, que era lo que teníamos que custodiar entre todos”, opinó.

Sobre el tráfico de influencias y el presunto aprovechamiento del aparato estatal para maniobras ilícitas, respondió que “cree en la Justicia” y desafió al periodista: “Si usted puede formalizar a una persona por tráfico de influencias, yo lo felicito. Yo esperaría que la fiscal haga la investigación, porque al día de hoy no hay absolutamente nada. Porque, si no, subvertimos el orden: son todos inocentes y tienen que demostrar su culpabilidad o son todos culpables y tienen que demostrar su inocencia”.

El jerarca criticó: “Si la Justicia está trabajando, ¿por qué queremos rápidamente cerrar el capítulo de quién es el culpable? ¿Qué vamos a hacer después si no es culpable?”. Consultado sobre si corresponde apartarlo del cargo, señaló que Berriel “estaba de licencia”, y amplió el cuestionamiento: “¿Cuál es el delito que cometió?”. “Estamos en una velocidad supersónica, a una velocidad de Twitter. Pero usted, Berriel, yo, tenemos familia tenemos gente cercana, trabajamos, están nuestros nombres que se ponen con una liviandad... Nuestros nombres, teléfonos. Están poniendo teléfonos de policías en Twitter. Es una inmoralidad. Los dejan expuestos ante cualquier persona que vaya a buscarlos. Porque esas personas metieron presos capaz que a 500 personas. ¿Les parece bien que se sepa el celular?”.

Sobre qué pasó en la transición cuando asumió el actual ministro del Interior, Luis Alberto Heber, tras el fallecimiento de Larrañaga y si alguien le avisó sobre la supuesta orden de aportar información a Astesiano, respondió: “Jorge Larrañaga, para la tristeza de muchos, falleció, o sea que no puede estar acá para defenderse. Entonces tampoco podemos hacer un relato de una charla que tuvo el entonces ministro. Pero, además, es lo más básico del universo lo que dijo. Es muy básico: si la persona que custodia al presidente tiene una necesidad, tiene que hablar con la Policía. ¿Con quién va a hablar? Hay un auto sospechoso en la puerta de la residencia, ¿qué va a hablar? ¿Con la coronaria médica? ¿Con quién hablaría? ¿Con un periodista? ¿Llama a un amigo: ‘Che, venite para acá’? ¿O habla con la Policía? Entonces, tengamos sentido también de lógica. Hay protocolos de cuidado de los presidentes en Uruguay y en todo el planeta Tierra”.

González llamó a la reflexión: “Lo digo desde lo más profundo del corazón y del amor que tengo por la actividad política: si no bajamos un cambio, si no ponemos un poquito de reflexión y de pienso, le estamos errando feo y estamos sobrepasando cualquier tipo de límite”.

“Todos los límites han sido sobrepasados. Creo en la absoluta libertad de prensa. Cada uno puede decir, y de hecho dicen cosas que son aberrantes y ni siquiera están comprobadas. Pero bajar un cambio por el bien de todos”, manifestó el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana.

“Le pusimos a disposición el 100% de los chats y estamos todos a la orden de la fiscal. Tenemos que esperar que la fiscal actúe, porque si yo desde mi casa voy a decir quién es culpable y quién no, pasamos a ser Nerón”, dijo. “No creo que sea bueno para una democracia tan buena como la uruguaya entrar en ese camino”, afirmó.

“Yo sé que muchos medios de comunicación tienen los chats y ponen un chat por día, que es una suerte de serie; todos los días un chat distinto. Está bien, no hay problema, es una estrategia, pero en el fondo lo que tenemos que cuidar es la institucionalidad, el gobierno, la separación de los poderes”, indicó el jerarca.

Para González, hay que “cuidar a las personas que van a declarar porque hasta ahora son todas inocentes”. Respecto de si se va a negar todo hasta que la Justicia actúe, respondió: “Yo no niego nada, yo lo que digo es que dejemos a la Justicia trabajar en paz. No es negar. ¿Usted tiene pruebas para formalizar a alguien? No, perfecto. La Fiscalía tampoco, si no ya lo hubiese hecho”. “Yo creo en la Justicia, hay que darle tiempo”, concluyó.