Un hombre de 50 años fue asesinado de varios disparos este domingo en las canchas de la Asociación Uruguaya de Fútbol Infantil, ubicadas en el Batallón de Ingenieros 1, en las inmediaciones de San Martín y Rancagua, en el Cerrito de la Victoria.
En el lugar se disputaban varios partidos de baby fútbol. El homicida esperó apartado de la cancha junto a su moto a que terminara el partido que estaba jugando el hijo de la víctima. Al escuchar el pitazo final, se acercó y cuando el hombre estaba subiendo al auto junto a su hijo, le disparó. Fue trasladado a la policlínica de Capitán Tula, pero falleció. Tenía un disparo en la cabeza y varios en el cuerpo.
El hombre fue detenido en el lugar y se le incautó el arma. Este martes fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y muy especialmente agravado por haberlo cometido en presencia de menores. Se dispuso su prisión preventiva por 180 días, mientras continúa la investigación.
El caso es investigado por la Fiscalía de Homicidios a cargo de Adriana Edelman. Según informó en una rueda de prensa tras la audiencia de formalización, el homicida no declaró. “Lo que tenemos es el testimonio del hijo del fallecido, que estaba en el momento y lo vio en ese momento”, indicó.
“Hay varias hipótesis” sobre el móvil del crimen. “Él no declara y tampoco la familia”, afirmó. Y señaló que “se conocían, tenían vínculos en el fútbol y familiares”.
Edelman comentó que “no se resistió al arresto, fue detenido en flagrancia a unas cuadras del lugar”. Sobre si tenía permiso de porte de armas de fuego, dijo que si bien aún no recibió el informe, siendo expolicía, supuso que tenía.