Un hombre de 50 años se atrincheró en un local comercial propiedad de su familia en Blandengues y Porongos, en Barrio Reus. Según decía, “tenía rehenes” y su objetivo era “matar a su hermano”, que estaba en Miami. Pasó horas atrincherado y le disparó a su hermana y a su cuñada, que fueron trasladadas de urgencia en estado grave. También hirió a una tercera persona con la que se desconoce qué relación tenía. Luego, se encerró en el baño y simulaba tener un rehén.

Según informó el Ministerio del Interior, luego de horas de negociación, un equipo de la Guardia Republicana intervino. El hombre recibió varios disparos de la Policía. Fue trasladado al Hospital Español, donde falleció.

Después de la intervención se comprobó que no había otras personas como rehenes, contrario a lo que el hombre decía, que era que tenía a alguien retenido.

El fiscal de Flagrancia Fernando Romano y el fiscal de Homicidios Carlos Negro se presentaron en la escena.

Laura Robatto, abogada del hermano del hombre que vive en Miami y de la hermana que resultó herida, dijo a la diaria que “ellos venían teniendo problemas familiares desde hace tiempo”. Si bien esto “no es un hecho nuevo”, sí lo es “la gravedad del mismo”. “Tenían problemas desde hacía tiempo. Por eso, este hombre fue condenado de diez meses de prisión por amenazas”, contó. Y agregó: “Desconozco el hecho puntual por el que se atrincheró. Hubo reclamos, amenazas, pero nunca había llegado a un nivel así”.

Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, aclaró que el objetivo de la Policía fue “neutralizar” al hombre. “El hombre en ningún momento disparó”, afirmó. Pero acotó que “mostró el arma”.

Actuación policial ante una persona atrincherada u otras situaciones de crisis

La Policía tiene un protocolo vigente bajo el título “Operativo de respuesta ante situaciones de crisis”, que organiza la respuesta policial en estas situaciones. Se aplica ante personas atrincheras que porten o no armas, y que hayan tomado o no a rehenes; para motines en cárceles y espacios de encierro; y ante otras situaciones que “escapen al poder de resolución del primer escalón de respuesta”.

Se plantea la pertinencia de que en todos estos casos la “Policía Nacional cuente con un Plan Permanente de Operaciones de actuación oportuna, eficiente y eficaz que permita el inmediato accionar de las Unidades Ejecutoras de forma coordinada con el fin de responder de manera profesional al evento generado”.

La misión en estos casos es la “intervención” y el “restablecimiento del orden público”. Para eso, se establece cómo debe ser la “maniobra” en estos casos. Como en todas las intervenciones policiales, “se debe evitar un daño mayor al que pretende impedir”. Hay una primera fase que es de alerta y otra de movilización.

Se deben activar medidas de seguridad al tomar conocimiento de un incidente. La primera respuesta se da con las unidades de patrullaje más próximas al lugar. También se debe alertar a las unidades especializadas sobre la situación de la que se tomó conocimiento. Se instrumentan distintos dispositivos con la finalidad de “cercar y aislar el punto de impacto”, es decir, el lugar donde se desarrollan los hechos. Este punto puede ser fijo o móvil, también puede ser abierto o cerrado. Se establecen distintas zonas, cada una con su rol, para controlar la situación y accionar en caso de ser necesario.

El objetivo en estas situaciones es salvaguardar la vida y reducir los riesgos de que las personas involucradas resulten heridas, tanto los rehenes como quien retiene a las personas.