En mayo de 2023, Marcelo Demestoy, que trabajaba como encargado de un supermercado Ta-Ta, en Parque Rodó, fue asesinado en una rapiña al local. Dos hombres llegaron en una moto e ingresaron armados al supermercado. Amenazaron y redujeron a clientes y trabajadores que estaban en el lugar, y luego llevaron al encargado y a un guardia de seguridad al depósito. Le pegaron un culatazo con el arma al guardia y con el golpe al arma salió un disparo que impactó en la cabeza de Demestoy y lo mató.

Fueron vistos por la Policía en la Zona 4, cerca de La Teja, por lo que se intensificó el patrullaje en el barrio. En este marco, uno de los jóvenes involucrados fue torturado, asesinado y prendido fuego en la zona. Tenía 19 años y fue encontrado en Melilla. Su madre dijo que la Policía le mostró las cámaras de videovigilancia del comercio y que su hijo no fue quien disparó. La mujer planteó que su hijo, previendo el desenlace (dado el aumento de patrullaje en el barrio y la molestia de los grupos delictivos asociados a esto), fue hasta su casa luego del crimen, le pidió que “lo abrace” y huyó.

El mismo día que lo mataron se detuvo en El Pinar al otro presunto responsable, de 22 años, que estaba requerido por otras rapiñas. Fue imputado por estas rapiñas y se dispuso su prisión preventiva. Finalmente, este viernes, la Fiscalía de Homicidios de 3º turno a cargo de Adriana Edelman, llegó a la imputación de esta persona por homicidio muy especialmente agravado porque fue para cometer otro delito. La pena en estos casos es de 15 a 30 años de prisión.

Claudia Perna, viuda de Demestoy, dijo en rueda de prensa, tras la audiencia, que sintió “alivio [de] que se está haciendo justicia de a poco”. “Espero que se pueda llegar a más, que cumpla con lo que hizo, porque destruyó a una familia y merece pagar”, indicó.

Lo describió como “un proceso difícil, con mucho dolor, mucha injusticia, porque era un hombre ejemplar que no merecía lo que le pasó”. “Nada me va a devolver a mi marido, pero pienso que es un poco de paz y de alivio a tanto dolor”, remarcó la mujer, quien señaló que con esto “se logra cerrar una etapa, lograr que por lo menos él quede imputado por lo que hizo, por más que lo niegue”. A Perna le gustaría que el imputado “confiese, porque él fue quien lo mató”. “Por más que diga que no sabía que estaba cargada y, [aunque] diga que fue por error, no fue así”, sentenció.