Lola Chomnalez fue asesinada el 28 de diciembre de 2018 en Valizas, Rocha, a días de llegar desde Argentina para vacacionar. En mayo de 2019, Ángel Cachila Moreira fue procesado con prisión por homicidio especialmente agravado en calidad de coautor. Pasó tres años preso y fue absuelto por el juez Juan Giménez, que entendió que no había pruebas para procesarlo por ese delito. Una vez liberado, en junio de 2022, Cachila se instaló en Rivera, su ciudad natal.
La Fiscalía apeló la absolución por considerar que Cachila es responsable del delito de encubrimiento. La absolución fue revocada y el hombre fue condenado a ocho años de prisión. De esta pena se descuentan los tres años que estuvo preso.
En sus declaraciones, el hombre dio detalles que lo ubican en la escena del crimen, pero no es considerado el autor material del asesinato. Según el abogado de la familia de Lola, Juan Raúl Williman, Cachila es quien se ubica a sí mismo en la escena con detalles, y eso sólo es posible por haber estado o por tener la expertise técnica para leer una autopsia. “Siempre se planteó la duda de su grado de participación, pero no que no haya estado en el lugar”, señaló.
Leonardo Sena fue detenido en mayo de 2022 y procesado como presunto autor del homicidio. Al mes, Cachila fue absuelto. Las ciencias forenses fueron determinantes para el esclarecimiento del caso. Las pericias también plantean que a Lola la mataron al menos dos personas, por lo que la investigación sigue. Para sus padres, la detención de Sena fue determinante y significó una “puerta” que se abre “camino a la verdad”.