Gabriela Fossati, fiscal a cargo de la Fiscalía de Flagrancia de 12º turno, que lleva adelante la investigación del caso de Alejandro Astesiano, retornó anticipadamente de su licencia médica y tras su reintegro tuvo un conflicto con el fiscal Fernando Romano, quien la subrogó durante su licencia.
Según informó El Observador, Romano visitó a Astesiano en la cárcel, tras pedir una orden judicial para hacerlo porque el exjefe de seguridad presidencial denunció que recibió amenazas. Además, para que pueda declarar en calidad de testigo en la investigación por la que Fossati indaga a Gustavo Leal, el exjerarca del Ministerio del Interior, que visitó a los padres de Astesiano.
Fossati se enteró del encuentro entre Romano y Astesiano “por terceros” y acordó una charla con el fiscal, en la que le planteó que no estaba de acuerdo con lo que había hecho y que “no había actuado bien”. La discusión se tornó un conflicto y derivó en una denuncia por violencia de género que presentó Fossati el miércoles contra Romano.
Según informó el medio, habría habido acusaciones cruzadas sobre cómo se está afectando la institucionalidad a nivel público, y luego derivó en las simpatías políticas que cada uno tiene dentro y fuera de Fiscalía. El mismo medio afirmó que la adscripta de Fossati, Gloria Nicolini, y el coordinador Juan Pablo Bardino, estaban presentes en el lugar.
En paralelo, se suspendió la audiencia que estaba prevista para este jueves en la que el fiscal subrogante Romano informaría a Leal sobre los motivos por los que se encuentra indagado, algo que reclamó la defensa de Leal, el abogado Diego Camaño, quien denunció a Fossati y pidió la separación del cargo. En esta audiencia, Leal debería recibir información sobre por qué se lo investigaba y se podía definir además el archivo de la causa, pero ante el reintegro de Fossati, se solicitó la suspensión.