El abogado Florencio Macedo, que representa al excónsul uruguayo en Rusia Stefano Di Conza, presentó este martes en la Fiscalía documentación para demostrar que el diplomático estaba fuera de Moscú cuando su firma digital fue utilizada para expedir pasaportes uruguayos con datos falsos, según informaron fuentes judiciales a la diaria.

En la documentación que entregó el abogado al equipo de la Fiscalía de Flagrancia de 12° turno, integrado por la fiscal Sabrina Flores y los adscriptos Diego Chávez y Pablo Bardino, figuran una pericia realizada al celular de Di Conza y otros documentos, como pasajes aéreos, copia de su pasaporte y algunas cartas de instituciones a las que les consta que Di Conza no estaba en la embajada cuando su firma fue utilizada en el consulado uruguayo en Moscú.

Además, comprobaron que luego de que Di Conza dejara la sede diplomática por una licencia sin goce de sueldo, en diciembre de 2018, su firma digital se continuó utilizando por seis meses para la expedición de pasaportes, algunos de ellos con información apócrifa. Esos documentos debieron tener la firma del cónsul Gustavo Piegas, también imputado en la causa.

En el escrito en el que reclamaron el sobreseimiento de Di Conza, que estuvo en prisión entre el 27 de noviembre y el 3 de febrero a pedido de la fiscal Gabriela Fossati, señalan que de toda la documentación periciada no surge ningún contacto entre el excónsul y las personas imputadas por asociación para delinquir: el escribano Álvaro Fernández, su pareja Patricia Medina y los ya condenados Alejandro Astesiano y el ciudadano ruso Alexey Slivaev.

Fuentes de la investigación dijeron a la diaria que además de la participación del excónsul en un partido de fútbol cuando su firma fue utilizada, se logró certificar que en otra oportunidad Di Conza estaba con su familia en China, lo que consta en su pasaporte y en varias fotografías incorporadas a la carpeta de investigación.

También los organizadores de un evento en la ciudad de Barcelona y una clínica enviaron por escrito su constancia de que Di Conza estuvo con ellos en las fechas en las que se expidieron los pasaportes con información falsa.

La investigación penal continuará indagando cómo se utilizaba el sistema con la firma de Di Conza sin su autorización y la eventual responsabilidad de otros integrantes de la sede diplomática uruguaya en Moscú.

Cuando Di Conza fue imputado por el juez Fernando Islas por 14 delitos de fraude y suposición de estado civil, el diplomático planteó que excedía su responsabilidad la verificación de los datos utilizados para la expedición de pasaportes, dado que llegaban de diferentes organismos del Estado ruso y en idioma ruso, y señaló que el rol que cumplía era la verificación de los aspectos formales del documento, si contaba con las firmas y los sellos necesarios para su certificación.

Para pedir su imputación con prisión, la fiscal Fossati se basó en que su firma figuraba en los pasaportes con información falsa, y señaló que en su opinión era responsabilidad del cónsul constatar que la información fuera cierta. “En el mejor de los casos, benefició a terceros por no tomarse la molestia de cumplir con su trabajo”, sostuvo Fossati durante la audiencia de formalización.

Tras recibir la documentación, la Fiscalía advirtió que aún está estudiando las diferentes investigaciones penales que surgieron a partir de la detención de Astesiano, por lo que le llevará un tiempo procesar la información aportada por Di Conza y responder al pedido de la defensa del cónsul.

La información también podría afectar la situación del cónsul Gustavo Piegas, que el 7 de marzo fue imputado por el juez Alejandro Asteggiante por varios delitos de suposición de estado civil. En principio se había determinado el cierre de fronteras como medida cautelar, pero finalmente se accedió a un pedido de su defensa para que pudiera reintegrarse a su trabajo, en la sede diplomática uruguaya en Washington DC.