Una organización que se dedicaba a vender derechos posesorios de terrenos en la Costa de Oro fue desbaratada. En este marco, cinco mujeres y tres varones fueron condenados por asociación para delinquir y estafa. Dos de las mujeres son escribanas. El caso fue investigado por la Fiscalía de Atlántida de 1º turno, a cargo de Tania Vidal.
La maniobra consistía en detectar terrenos que estuvieran sin mantenimiento o que tuvieran años sin pagar impuestos. Las escribanas sacaban la información registral y los ofrecían a precios bajos; también ofrecían sus servicios, por los que cobraban por debajo de lo que se acostumbra para estas gestiones.
Desde Fiscalía informaron que la organización vendía los derechos posesorios de terrenos que tenían dueños. Detectaban los que estaban sin mantenimiento y hacían la información registral, cercaban los terrenos, cortaban el pasto y los mantenían. Les decían a los clientes que hacía años que tenían los derechos posesorios, cuando en realidad los tenían desde hacía pocas semanas, luego de hacer estas maniobras.
Una de las escribanas, de iniciales VC, fue condenada a tres años de prisión: uno en la cárcel y dos en libertad vigilada. Para la otra escribana, de iniciales IDP, se estableció una pena de 10 meses de prisión efectiva y 10 meses de libertad vigilada. Su condenada fue derivada a la Suprema Corte de Justicia para que proceda a realizar lo que estime conveniente, que habitualmente es la suspensión del ejercicio de la profesión.
Otros dos condenados tuvieron penas de prisión efectiva: JMT a dos años de cárcel y AP a 20 meses. Los cuatro restantes fueron condenados con prisión en un régimen de libertad a prueba: MG a 24 meses, NMT a 22 meses, y MM y AA a 8 meses.