Las hojas hablan. Por ejemplo, cuentan que el 15 de noviembre de 2006, el teniente general Carlos Díaz -entonces comandante en jefe del Ejército- respondió a un exhorto del Tribunal de Honor que juzgó al excomandante en jefe Ángel Bertolotti en el que aseguró haber sido designado en mayo de 2005 junto al general Pedro Barneix para integrar “una comisión para investigar acerca de detenidos-desaparecidos, presentando un informe al Sr. comandante en jefe con fecha 5 de agosto de 2005”.

Este informe es el que el proyecto de investigación interdisciplinario Cruzar, de la Universidad de la República, pidió al Ministerio de Defensa Nacional (MDN) por entender que contiene información clave sobre detenidos desaparecidos en la última dictadura cívico-militar. Desde la cartera se les respondió que no podían “dar una copia” del documento, según supo la diaria. Fue por eso que el proyecto presentó, con el patrocinio del abogado Juan Ceretta, un recurso ante un Juzgado de lo Contencioso Administrativo para que el ministerio entregue el informe.

Esto se da días después de que el titular del MDN, Javier García, se reuniera con la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, para informar sobre el proyecto de ley que prevé enviar el Poder Ejecutivo relativo a la creación de una nueva sección en el Archivo General de la Nación que contenga “documentos relativos al pasado reciente y a las violaciones a los derechos humanos”, además de prever que estos documentos sean de libre acceso.

La cuestión es que el Tribunal de Honor eventual del que surge esta información fue solicitado por el propio Bertolotti luego de que, durante el acto por el 81er aniversario del Círculo Militar, el general Ricardo Galarza -presidente del Círculo en ese momento- se negara a saludarlo, mientras que de los demás presentes “algunos me saludaron cortésmente, otros más o menos y otros con cara fea”, explicó Bertolotti, que adjudicó el destrato a su política respecto a las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura mientras fue comandante en jefe del Ejército, durante el primer año de gobierno del Frente Amplio.

Bertolotti intentó explicar que durante su “comando” fue una especie de víctima de la coyuntura, recibiendo presiones desde el gobierno de Tabaré Vázquez. Bertolotti contó que el 26 de febrero de 2005 -es decir, días antes de asumir- Vázquez llamó a los comandantes de las tres fuerzas, mantuvo reuniones por separado, y a él le informó “que el caso [de María Claudia García de] Gelman y el caso Zelmar Michelini y Gutiérrez Ruiz, estaban fuera de la Ley de Caducidad”, algo que “después lo dice [...] porque el 1° de marzo se mandó un discurso, en cierta forma ofensivo, que nadie lo esperaba, ni yo, sabiendo que iba a hacer el comentario”. Vázquez entonces encargó la elaboración de informes sobre los lugares de enterramiento.

Esto se confirma también en la respuesta del coronel retirado Juan José Pomoli, donde habla de los “siete puntos” acordados por Vázquez y Bertolotti. Pomoli los resume en su respuesta: “i. La cuestión de los desaparecidos está irresuelta (sic); ii. Solucionar esto es un tema importante para el nuevo gobierno; iii. Debe hacerse cuanto antes; iv. La meta es encontrar restos óseos; v. El caso Gelman genera particular interés al gobierno; vi. El Poder Ejecutivo respetará los artículos 1° y 4°. de la Ley de Caducidad; vi. El nuevo presidente asume la responsabilidad por las acciones que se adopten”.

Según Pomoli, “algunos de estos puntos, particularmente el cuarto, contravienen todas las actitudes que los mandos habían mantenido hasta esa fecha, y tienen como consecuencia las averiguaciones ordenadas a la comisión integrada por el Gral. Pedro Barneix y el entonces Gral. Carlos Díaz. Estas averiguaciones eran para proporcionar información al Ejecutivo”.

De estas averiguaciones surgió el informe que Bertolotti finalmente envió a Vázquez, en el que se daba el supuesto lugar de enterramiento de María Claudia, información que resultó falsa. Sin embargo, desde Cruzar creen que el informe enviado por Bertolotti es sólo una porción de lo que contiene el documento original, cuyo contenido, en su mayoría, permanece en las sombras.