Hace un año, la fiscal Mariana Alfaro, a cargo de la Fiscalía de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia basada en Género de 5º turno, presentó la acusación de la Operación Océano, que investiga delitos de explotación sexual de adolescentes de entre 13 y 17 años. De las 37 personas investigadas, nueve fueron condenadas por juicio abreviado, hubo 13 sobreseimientos y cuatro investigaciones fueron archivadas. Once de los indagados resolvieron ir a juicio oral y, en este marco, la semana pasada comenzaron las audiencias de control de acusación.
La defensa de dos de los acusados pidió su sobreseimiento, lo que fue rechazado por la jueza María Noel Tonarelli. Los abogados habían planteado que se había violado la cadena de custodia de la evidencia y que no se les había dado a las defensas el acceso a toda la evidencia incluida en la carpeta de investigación. Otros cuatro pidieron sobreseimiento y también les fue negado.
Este martes, uno de los 11 acusados fue sobreseído. Según explicaron desde Fiscalía, en este caso la defensa sostuvo que con respecto a uno de los imputados hay dos víctimas y se planteó el sobreseimiento en relación con una de ellas, es decir, a la conducta del imputado contra una de las dos.
El equipo fiscal entendió que si bien se menciona a dos víctimas en la acusación, el imputado está sólo acusado con respecto a una de ellas. En lo que tiene que ver con la otra, aunque se hace mención a ella para describir la conducta que tenía el acusado, la jueza entendió que correspondía el sobreseimiento. La Fiscalía apeló la decisión.
Para la Fiscalía, se considera que la imputación era con respecto a la víctima sobre la cual no se lo sobreseyó y la otra víctima únicamente aparece mencionada en la acusación para explicar el contexto, pero no se lo imputó por su conducta contra esa persona. Por eso, continúa su proceso penal de cara al juicio oral, ahora acusado por los delitos que cometió contra una sola de las dos víctimas.