Entre agosto de 2005 y octubre de 2006, en lo que fue la primera etapa de las excavaciones en el Batallón 14, el equipo de antropólogos recibió múltiples testimonios sobre enterramientos y desenterramientos en la zona donde aparecieron los tres restos de detenidos desaparecidos. El primer hallazgo en el predio ocurrió en la mañana del 21 de octubre de 2011; los restos pertenecían al maestro Julio Castro. En la tarde del 15 de marzo de 2012, a 20 metros de donde fueron encontrados los restos de Castro, en la zona del arroyo Meireles, fueron encontrados los restos de Ricardo Blanco. El 6 de junio de 2023 el equipo de antropólogos encontró los restos de una mujer, a unos 90 metros del primer hallazgo.

Esa zona, donde funcionó la bodega Vidiella, había sido excavada en setiembre de 2006, pero las excavaciones quedaron a diez metros, de donde fueron encontrados los restos, 17 años más tarde. En un predio de 408 hectáreas los restos fueron encontrados en un radio de 50 metros.

Al comenzar las excavaciones, la información oficial sobre enterramientos en el Batallón 14 se limitaba, al igual que ahora, al informe de la Comisión para la Paz de 2003 y al informe presentado por las Fuerzas Armadas (FFAA) a pedido del presidente Tabaré Vázquez en 2005. ¿Qué decía la información proveniente del Estado sobre los restos de los detenidos desaparecidos hallados en el Batallón 14?

Sobre los restos de Castro, el informe de la Comisión para la Paz planteó que fueron inhumados en el Batallón 14, exhumados, incinerados y arrojados al Río de la Plata en 1984. En 2005, en el informe de las FFAA, los militares dijeron que los restos fueron inhumados en el Batallón 14, exhumados, cremados y esparcidas sus cenizas en la zona.

La misma versión dieron sobre los restos de Ricardo Blanco Valiente; ante la Comisión para la Paz los militares dijeron que fueron inhumados en el Batallón 14, exhumados, incinerados y arrojados al Río de la Plata en 1984, mientras que en el informe presentado al presidente Vázquez, los restos de Blanco fueron inhumados en el Batallón 14, exhumados, cremados y esparcidas sus cenizas en la zona.

Sobre la identidad de la mujer que fue hallada en junio, Familiares entiende que los restos pueden pertenecer a 40 mujeres detenidas desaparecidas, tres de ellas, Amelia Sanjurjo, Elena Quinteros y María Claudia García fueron detenidas desaparecidas en Uruguay.

Sobre los restos de Amelia Sanjurjo, detenida dos meses y medio antes que Ricardo Blanco, y Elena Quinteros, la información oficial plantea las mismas versiones dadas para los casos de Castro y Blanco, mientras que en el caso de María Claudia García, la información se repite en el caso de la Comisión para la Paz, pero en el informe de 2005 se plantea que “no fue exhumada en 1984, permaneciendo los restos en el lugar”.

En agosto de 2005, durante el proceso de recolección de datos para el informe del Ejército, un militar, vinculado directamente a las violaciones a los derechos humanos de la dictadura, planteó oralmente el lugar de enterramiento de María Claudia García, marcándolo inicialmente a 130 metros de donde fueron encontrados los restos recientes. Además entregó un mapa de la zona y marcó, en la misma zona, otros dos puntos de enterramientos. En la medida en que las excavaciones avanzaban la fuente fue rectificando el lugar, y en algunos casos se acercó al punto donde fueron encontrados los últimos restos.

En diciembre de 2005, Familiares de Detenidos Desaparecidos entregó un mapa de la zona donde después ocurrieron los hallazgos con testimonios de vecinos que indicaron haber visto trabajos con retroexcavadora a mediados de los 80.

En julio de 2006 un testimonio se acercó aún más al lugar del hallazgo. Un periodista de La República acercó información de una fuente que señaló enterramientos en la zona “cercana al horno de ladrillo que está junto a la bodega”.

En agosto de 2006 parlamentarios entregaron a Presidencia información sobre enterramientos en “el sótano de una casa” ubicada frente al arroyo Meireles y otro lugar en “la otra orilla del arroyo, frente a la construcción”, donde se excavó en setiembre de ese año.

La operación Zanahoria y el testimonio sobre “dos hombres y una mujer” que no fueron desenterrados

Entre el excoordinador del equipo de antropólogos José María López Mazz y la actual coordinadora Alicia Lusiardo hay diferencias en la forma de interpretar la evidencia, que puede vincularse a la existencia de una operación Zanahoria, donde hay testimonios de militares y de civiles sobre trabajos con máquinas en los últimos meses de la dictadura, marcas sobre el terreno que podrían significar el trabajo de maquinaria y evidencia de remoción de tierra en algunas zonas. Mientras que para López Mazz hay evidencia como para asumir una existencia parcial de la operación Zanahoria, para Lusiardo hasta el momento no hay ninguna evidencia sobre desenterramientos en ninguno de los lugares donde se está excavando.

Uno de los testimonios que habla sobre una operación Zanahoria en la zona donde fueron hallados los restos en el Batallón 14 provino de un familiar de un militar: “En la curva del Meireles se habría enterrado a 15 personas. Estas se habrían desenterrado, quedando dos o tres cuerpos, entre ellos el de una mujer”, señaló la fuente anónima seis años antes de que aparecieran los restos del maestro Julio Castro.

En las conclusiones del informe del equipo de antropólogos de 2010 se expresa que si bien existen movimientos de tierra en el Batallón 14, particularmente en la zona del polígono de tiro, esas zonas no fueron excavadas por no ser mencionadas en los testimonios recibidos, mientras que “en los lugares señalados por los testimonios no se realizaron hallazgos de modificaciones del terreno, que puedan ser claramente atribuidos al desenterramiento de cuerpos”.