En una nota publicada dos viernes atrás, los sindicatos policiales reiteraron la necesidad de tomar medidas urgentes ante los suicidios de policías y repitieron la incidencia de los mandos en estas situaciones. Esa semana, se había suicidado un policía de 42 años. La semana anterior se había matado otro, de 52 años.

El viernes pasado se publicó otra nota en la que los sindicatos policiales reaccionaron tras los dichos del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, quien volvió a adjudicar la falta de policías a las certificaciones médicas. Desde el comienzo de su gestión, el ministro y varias jerarquías policiales han ejercido presiones sobre los policías certificados por razones de salud. Por su parte, los sindicatos aseguran que el hostigamiento de los mandos está directamente conectado con esta realidad. Al otro día de las expresiones de Heber se mató un policía que estaba certificado y al día siguiente una mujer policía de 27 años.

Esta semana, se suicidó el quinto policía en lo que va de junio y el décimo en lo que va del año. Tenía 24 años. Ricardo González, dirigente del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo-Uruguay (Sifpom) y primo del joven que se mató, comunicó la noticia en sus redes sociales: “Décimo compañero que se suicida este año, esta vez mi primo Juan Ignacio, de 24 años. El suicidio y las enfermedades psíquicas nos vienen ganando familia y compañeros, es hora de cambios de raíz, no sólo en los protocolos, sino en la gente que está a cargo y no logra ver la gravedad”.

En diálogo con la diaria, González señaló que “desde hace ya un tiempo largo que desde mi sindicato exponemos esta problemática y como vocero en muchas oportunidades me ha tocado hablar sobre este tema tan sensible que es el suicidio, teniendo la responsabilidad de integrar la Comisión de Salud Mental con los compañeros por la Unión de Sindicatos Policiales”.

Tal como lo ha expresado en ocasiones anteriores, “es una comisión que no logra avanzar como se debería” y, mientras tanto, “seguimos sin trabajar en las causas, sin hacer una prevención real, como ya venimos reclamando desde hace mucho tiempo”.

“Es el décimo funcionario que se quita la vida en este año, sin mencionar lo que ocurrió el año pasado y anteriores”, resaltó. En 2022 se suicidaron 21 policías, una cifra superior a la de 2021, año en el que se mataron 16 policías y más alta aún que la de 2019, cuando se suicidaron 13 policías. 2020 fue una excepción: se mataron cuatro policías. La tasa de suicidios en la Policía triplica los de la población en general: mientras para la población general la tasa es de 21 cada 100.000 habitantes, en la Policía es de 63 cada 100.000.

Según González, “como compañeros siempre tratamos de estar cerca, apoyar en estos momentos que son realmente duros”. Además, indicó que “en esta oportunidad me toca muy de cerca porque se trata de mi primo, de 24 años, que hace poco decidió entrar a la fuerza, y se suicidó”.

“Ahora me toca ver el dolor y acompañar a mi familia; la impotencia que se siente no se puede explicar”, lamentó, y manifestó que “asumimos el compromiso de redoblar los esfuerzos para que los trabajadores policiales tengan una atención en salud mental acorde a su función”.

También para “que cada muerte no sea en vano, que realmente nos dé la fuerza para no bajar los brazos y seguir peleando por una salud mental acorde a la necesidad de las personas que necesitan, más prevención, más apoyo, empatía y menos prejuicios a la hora de tener que consultar”.

Finalmente, González llamó a que “no perdamos la humanidad, que no nos gane la naturalización en este tema tan doloroso y grave que estamos viviendo en nuestro ministerio”.