La fiscal de Estupefacientes de 1º turno, Mónica Ferrero, investigará el caso de la incautación de diez toneladas de cocaína en el puerto alemán de Hamburgo, luego de que trascendiera la información de que esos contenedores pasaron por el puerto de Montevideo.

Ferrero solicitó información durante el fin de semana y este lunes tomó el caso, según informaron a la diaria fuentes de la Fiscalía. Los contenedores cargados con sésamo llegaron a Montevideo en barcazas con bandera de Paraguay y luego fueron cargados en el buque MSC Sofía Celeste, que ha utilizado en sus viajes las banderas de Portugal y Panamá.

La embarcación estuvo sólo un día en Montevideo, entre el 31 de mayo y el 1º de junio, y llegó al puerto de Hamburgo el 5 de julio, luego de pasar por otros puertos. Según el medio alemán Bild, el exitoso operativo de incautación se llevó a cabo a partir de información que recibieron agentes aduaneros de Stuttgart.

Las primeras hipótesis, con base en lo que han declarado las autoridades paraguayas, apuntan a que la droga se habría cargado en Paraguay y no en Montevideo. El director de Aduanas de ese país, Julio Fernández Frutos, apuntó incluso a la “responsabilidad” de un funcionario de esa dependencia que no reportó una imagen de los escáneres “que debió ser reportada”.

Se trata de la segunda mayor incautación de cocaína en Europa. La anterior también venía desde Paraguay: fue en febrero de 2021, cuando se interceptaron 23 toneladas de esa sustancia que tenían como destino final el mercado holandés. También en aquella oportunidad la incautación fue posible por un trabajo de inteligencia: 16 toneladas se encontraron en Hamburgo y el resto se decomisó en el puerto de Amberes, en Bélgica.

La cocaína se transportó en un buque de bandera panameña, disimulada dentro de latas de pintura. En esa ocasión, el puerto de tránsito fue Buenos Aires y no Montevideo.