La noticia la publicaron el viernes algunos medios alemanes y fue portada en las ediciones sabatinas de los principales medios de Paraguay. “Las 10 toneladas de cocaína que fueron decomisadas el viernes en el puerto de Hamburgo, Alemania, se convirtieron en la segunda mayor incautación de este tipo de droga en Europa”, tituló el diario Última Hora.

La primera autoridad en confirmar que el embarque salió desde Paraguay fue el director de Aduanas de ese país, Julio Fernández Frutos. Primero lo hizo desde su cuenta de Twitter y luego en declaraciones a medios locales.

“Tenemos reporte de medios de prensa de Alemania de la incautación de una carga que salió de Paraguay. No tenemos reporte oficial. Sin embargo, hemos revisado las imágenes de la fecha aproximada y encontramos una imagen que debió ser reportada por el personal y no se reportó”, escribió el jerarca paraguayo, pocas horas después de las primeras publicaciones en medios alemanes, entre ellos el portal Bild.

Dicho medio divulgó fotos de la incautación en Hamburgo y atribuyó el operativo a un trabajo de inteligencia “no aleatorio” de agentes aduaneros alemanes, quienes fueron advertidos que el 5 de julio llegaba a la terminal de contenedores de Hamburgo un cargamento con droga proveniente de Sudamérica.

En su comentario en redes sociales, Fernández Frutos explicó que el embarque con cocaína pudo salir desde Paraguay por una “falla humana” y no por factores que puedan atribuirse a la tecnología, en referencia a nuevos escáneres con los que cuenta su oficina.

“Lo que llama la atención es que ningún narcotraficante en su sano juicio se va a arriesgar a llevar tanta cantidad sin tener un cómplice. Esta es una cuestión grande, ya sabemos quién es el funcionario implicado”, profundizó el titular de Aduanas ante medios paraguayos que lo abordaron este sábado. En esa rueda de prensa, Fernández Frutos también reconoció que la incautación de cocaína en Hamburgo “no solo genera preocupación en Paraguay, sino también en otros países por cuyos puertos pasó el contenedor contaminado”.

Consultado por la diaria, Fernández Frutos admitió que este lunes 17 se pondrá en contacto con el director de Aduanas de Uruguay, Jaime Borgiani, pero no quiso dar mayores detalles.

“Está todo a cargo del Ministerio Público y bajo secreto de investigación. No tenemos reporte oficial de Alemania; sin embargo, revisamos las imágenes de los contenedores que viajaron a Hamburgo en la fecha aproximada y encontramos una carga con todas las características. Creemos que se confirmará”, contestó el funcionario paraguayo.

En Uruguay ya están al tanto de estas primeras novedades que llegaron desde Hamburgo en la Dirección de Aduanas, en el Ministerio del Interior, en Prefectura y en Fiscalía. Según pudo reconstruir la diaria a partir de consultas en esos organismos, los contenedores pasaron por el Puerto de Montevideo hace aproximadamente un mes, en tránsito.

Eran cuatro contenedores que bajaron a Montevideo por barcaza y luego se subieron a buques interoceánicos, ya rumbo a Europa. La droga habría viajado en dos de esos cuatro contenedores, que aparecen registrados en el manifiesto de carga como embarques de sésamo. Todavía no se ha identificado cuál es la naviera responsable del embarque y las primeras hipótesis apuntan a que efectivamente la droga se habría cargado en Paraguay y no en Montevideo.

Las rutas de los grandes embarques

La titular de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay, Zully Rolón, declaró este sábado que la “única hipótesis” que maneja su oficina apunta a que las diez toneladas de cocaína que se incautaron en Alemania ingresaron a Paraguay desde Bolivia.

“Ellos tienen un sistema de acopio y lo traen de alguna manera para llevar hasta los contenedores. Es en Aduanas donde es más factible el control (...) Somos 200 agentes especiales y no tenemos tecnología. Hemos pedido que existan radares. Esto ingresa por aire y se transporta por tierra”, detalló la funcionaria paraguaya, también en una rueda de prensa.

La mayor incautación de cocaína en puertos de Europa también venía desde Paraguay. Fue en febrero de 2021, cuando se interceptaron 23 toneladas de esa sustancia que tenían como destino final el mercado holandés. También en aquella oportunidad la incautación fue posible por un trabajo de inteligencia: 16 toneladas se encontraron en Hamburgo y el resto se decomisó en el puerto de Amberes, en Bélgica.

La cocaína se transportó en un buque de bandera panameña, disimulada dentro de latas de pintura. En esa ocasión el puerto de tránsito fue Buenos Aires y no Montevideo.