La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay informó la detención del uruguayo Federico Ezequiel Santoro Vasallo en un operativo realizado en la noche del miércoles en Alto Paraná.
El operativo implica unos diez allanamientos que se están realizando en la zona de Ciudad del Este, punto de influencia del uruguayo que es considerado por las autoridades paraguayas un importante miembro de la organización criminal, desbaratada en febrero de 2022 durante la operación A Ultranza.
Santoro Vassallo fue identificado como el asesor financiero, responsable de la circulación del dinero en el sistema financiero internacional por medio de actividades en la frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil.
El uruguayo fue uno de los cuatro miembros de la organización que viajó con Marset a Dubái en abril de 2021, cuando permanecieron cuatro días en esa ciudad de Emiratos Árabes Unidos; es propietario de un establecimiento rural a orillas del lago Acaray, que era utilizado por la organización de Marset para ocultar embarcaciones y vehículos de alta gama, y es considerado una pieza clave en la generación de la estructura empresarial para el lavado de activos.
Santoro Vasallo, que tiene antecedentes penales por trata de personas, fue identificado en varias reuniones que tuvo con Marset en junio de 2021, algunas en un local de Medialunas Calentitas en el barrio asunceño de Villa Mora.
Desde la Senad informaron a la diaria que el operativo fue realizado sobre las 19.00 en la Ruta PY 2, en la zona de Minga Guazú, tras una investigación coordinada por los fiscales Deny Yoon Pak y Manuel Roja.
La investigación policial logró determinar que luego de la operación A Ultranza, en febrero de 2022, Federico Santoro abandonó Ciudad del Este y se trasladó con su pareja a Foz de Iguazú, del lado brasileño en la frontera con Paraguay. Desde allí realizaron la transferencia de varios bienes a nombres de testaferros.
Un informe de la Senad revela que Santoro Vasallo estuvo implicado con la organización de Marset al menos desde 2020 como encargado de administrar las ganancias del grupo.
“Santoro se encargó de recibir, a favor de la organización criminal y por indicación de Sebastián Marset, maletas o bolsones cargados de fajos de billetes de dólares americanos, euro y otro tipo de moneda, en concepto de pago por las cargas de clorhidrato de cocaína enviadas al extranjero”, señala el informe que destaca los contactos de Santoro con casas cambiarias en la triple frontera, donde trabajó como dependiente.
Además, señala que Santoro realizaba “transferencias a las cuentas habilitadas en el extranjero, entre otros, y con alta probabilidad, en Estados Unidos, a favor de Sebastián Marset” y gestionaba pasajes aéreos para la organización criminal.
Su empresa familiar, Ashley Turismo, fue reconocida como la encargada de conseguir traslado y alojamiento en Asunción a la tripulación venezolana e iraní que viajaba en el Boeing 747 que fue retenido en Buenos Aires, con 750.000 dólares en cigarrillos provenientes de la tabacalera Tabesa, perteneciente al expresidente Horacio Cartes.