Los homicidios aumentaron particularmente en 2022, y en 2023 se mantiene la tendencia al alza de estos delitos. También se reitera una y otra vez la crueldad en los crímenes: además de verse ejecuciones, se ven pruebas de tortura previas al homicidio o posteriores.

Prender fuego a las víctimas es una modalidad que se repite a tal punto que el Ministerio del Interior incluyó en la última Rendición de Cuentas como agravante específico cuando haya “mutilación, desmembramiento o se queme el cuerpo de la víctima”.

Se registraron varios casos de este tipo en estos años y, en particular, en el último mes, cuatro personas fueron asesinadas y prendidas fuego. El primero de estos casos se registró el 10 de agosto en Bañados de Carrasco, donde un hombre fue baleado y luego calcinado.

El 27 de agosto hubo otro caso en Punta Yeguas, donde un hombre que presentaba una herida en el cráneo fue hallado prendido fuego en una cuneta. Pocos días después, el 1° de setiembre, otro hombre fue asesinado y su cuerpo quemado en Parque Guaraní, en la zona de Flor de Maroñas.

El cuarto caso ocurrió este sábado en Paso de la Arena, donde un hombre de 53 años fue asesinado y su cuerpo prendido fuego.

El calcinamiento de personas asesinadas no ha estado en agenda y se desconoce si es una modalidad criminal general o si representa a alguna facción delictiva o grupo organizado.