La Justicia brasileña revocó la prisión preventiva para diez de los 21 hinchas de Peñarol detenidos en Río de Janeiro el 23 de octubre, luego de los incidentes ocurridos antes del partido por la semifinal de la Copa Libertadores entre Peñarol y Botafogo.

Según informó a la diaria Rodrigo Rey, que defiende a los hinchas aurinegros junto al expresidente de Peñarol Jorge Barrera, la decisión del tribunal refleja las debilidades de la investigación policial contra los hinchas de Peñarol.

“Se confirma el diagnóstico que veníamos haciendo los días previos. La investigación policial no tiene elementos incriminatorios consistentes y la prisión preventiva no cumplía los estándares mínimos”, expresó el abogado, quien destacó el hecho de que el tribunal brasileño se expidiera sobre la revocación de la preventiva en el primer día hábil en que podía resolverlo.

El fallo de la Justicia brasileña, que no puede ser apelado, dispone una serie de medidas alternativas a la prisión preventiva para mantener a los hinchas aurinegros sujetos a proceso, entre ellas el cierre de fronteras, la prohibición de concurrir a espectáculos deportivos y presentarse cada dos meses ante el Juzgado Especial del Hincha y de los Grandes Eventos, donde se desarrolla la causa. Rey destacó que una muestra del exceso que implicó la prisión preventiva es que el tribunal, al revisar las cautelares, ni siquiera dispuso la prisión domiciliaria para los involucrados.

En cuanto al resto de los hinchas que aún se mantienen en prisión preventiva en el Complejo Penitenciario Bangú, Rey explicó que la revocación de sus preventivas será analizada por la Justicia brasileña y destacó que su situación procesal no difiere de la de los hinchas que ya fueron liberados.

“Están pendientes los recursos de los otros 11 detenidos, vamos a trabajar con el mismo ahínco para estar a la altura de esas liberaciones, que no por no haber tenido sus recursos resueltos a la fecha, tienen una situación desfavorable”, subrayó.

Además, recordó el caso de Ezequiel, el hincha de Peñarol de 17 años que se encuentra detenido en un centro de adolescentes en una situación homóloga a la prisión preventiva, donde está fijada una audiencia para el 12 de noviembre. “No nos olvidemos del caso de Ezequiel que tiene un estatuto procesal diferenciado por ser menor”, señaló Rey y anunció que en el correr de la semana estarán activando mecanismos institucionales e internacionales para buscar su liberación. El joven permanece detenido en un Centro de Acciones Socioeducativas dirigido a menores infractores de muy baja peligrosidad.

Con respecto a los mayores, el abogado resaltó que los delitos que se les imputan a los hinchas aurinegros, como incendio, hurtos, destrucción de la propiedad pública, agresión a la autoridad, amenaza, porte de arma blanca, son excarcelables. “Si los juntás y los usás mediáticamente, pueden derivar en este tipo de soluciones procesales apresuradas, como fue la prisión preventiva de los 21 compatriotas”, agregó.

Rey señaló que una de las salidas en las que está trabajando la defensa es en el instituto de la expulsión de extranjeros. “Vamos a utilizar todas las herramientas que el ordenamiento procesal penal y el ordenamiento administrativo brasileño tienen. Hay dos institutos que hay que estudiar, que son la expulsión y la deportación para traer a nuestros compatriotas de vuelta”, afirmó.

Los incidentes entre hinchas de varios equipos brasileños y los parciales carboneros comenzaron en la madrugada en el hotel en el que descansaba el equipo uruguayo, en momentos en que hinchas del Botafogo generaban ruido afuera del hotel. Horas después, sobre el mediodía, se generaron varios desmanes en Praça do Pontal, en Recreio, el punto de encuentro establecido por Peñarol, desde donde estaba previsto que salieran 35 ómnibus rumbo al estadio olímpico Nilton Santos. Allí, la Policía Militar de Río de Janeiro reprimió a los parciales uruguayos con balas de goma y gas pimienta, y detuvo a 130 personas.