La jueza en lo penal de 23° turno, Isaura Tórtora, procesó con prisión al coronel retirado Luis Agosto en la causa que investiga violaciones a los derechos humanos contra militantes del Movimiento de Liberación Nacional, detenidos entre 1972 y 1973 y torturados en el Grupo de Artillería 1, conocido como el Cuartel La Paloma, y víctimas de la Operación Morgan, realizada entre octubre de 1975 y junio de 1976, que tuvo la finalidad de destruir la estructura del Partido Comunista y la Unión de la Juventud Comunista, según informó Canal 12 y confirmó la diaria.

En la sentencia, a la que accedió la diaria, la jueza Tórtora define el procesamiento con prisión de Agosto por los delitos de abuso de autoridad contra detenidos, lesiones graves y privación de libertad, en calidad de coautor.

“Luis Agosto, en su condición de Oficial del Ejército y responsable del S2 y del S3 del Grupo de Artillería N° 1, en reiteradas ocasiones sometió u ordenó someter a los detenidos a diversos apremios físicos y tratos crueles, inhumanos o degradantes no permitidos por la Constitución, las leyes o los reglamentos. Asimismo, en un número importante de dichos tormentos (golpizas, plantones, caballete, picana eléctrica y colgamientos) se excedió ostensiblemente el abuso de autoridad contra los detenidos para lesionar y/o poner en riesgo la propia vida de las víctimas”, señala el pedido de procesamiento realizado por el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.

Perciballe señaló que “al momento de los hechos era conocida y evidente la prohibición de irrogar cualquier tipo de coacción o amenazas contra el imputado, y menos aún que su confesión sea válida en tales circunstancias”. Si bien ante la sede Agosto no admitió la tortura, la sede consideró declaraciones públicas del militar en las que sí lo admitió, como la realizada ante el periodista Alfonso Lessa en el programa A 50 años del golpe de Estado. La influencia del MLN en los cuarteles.

Al ser preguntado por Lessa sobre la existencia de torturas en los cuarteles, Agosto respondió: “No, lo que hubo fue apremios. Yo apremié”. También fueron consideradas declaraciones de Agosto en el libro Milicos y tupas, de Leonardo Haberkorn, en el que Agosto reconoció la aplicación de la tortura conocida como submarino.

“Por órdenes impartidas por el encausado en su calidad de Oficial del Ejército a cargo del S2 y S3 de la unidad militar relacionada, las víctimas fueron detenidas ilegalmente, encapuchadas, incomunicadas, sometidas a tratos crueles e inhumanos –golpizas, falta de alimento, agua, sueño, limitación del acceso al baño, “submarino”– a los efectos de que brindaran información respecto a su pertenencia a un grupo político determinado (MLNT), poniendo en riesgo su vida conforme surge del informe elaborado por los galenos de la Cátedra de Medicina Legal de la Universidad de la República”, señala el fallo de Tórtora.

Entre las víctimas se encuentra Nelson Burgos, de 26 años, Roberto Costa Roquero, de 23 años, Gabriel Carbajal, de 22 años, Cyro Fernando Giambruno Maroño, de 25 años, Irma Leites, de 20 años, y Carlos Liscano Fleitas, de 23 años.

Nelson Burgos, obrero metalúrgico, fue detenido el 1° de febrero de 1973 en Mercedes y Eduardo Acevedo por una patrulla al mando del teniente Jorge Silveira. En sus declaraciones ante la Justicia identificó a Agosto, a quien llamaban “el Cabeza”, como uno de los responsables de las torturas, al igual que Roberto Costa, que fue detenido el 5 de junio de 1972 y torturado en el cuartel de La Paloma.

El periodista Gabriel Carbajal dijo ante la Justicia que Agosto “se falopeaba antes de torturarnos”, mientras que Cyro Giambruno manifestó que Agosto “se hacía el bueno” con él, pero que otros presos le informaron que Agosto tenía orden “de matar”, mientras que Carlos Liscano lo reconoció como uno de los interrogadores. Por otra parte, Irma Leites señaló a Agosto como uno de los que integraban la unidad militar.