Este viernes se realizó la LII Reunión de Ministros del Interior y de Seguridad del Mercosur, en la que el ministro del Interior Nicolás Martinelli recibió a la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich; al ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo; al ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Enrique Lewandowski; al ministro del Interior de Paraguay, Enrique Riera, y a la ministra del Interior ecuatoriana, Mónica Palencia, que participó de la reunión telemáticamente.

En el discurso de apertura, Martinelli compartió los principales logros en materia de seguridad y señaló que desde el regreso de la democracia hasta el primer gobierno del Frente Amplio hubo “un crecimiento moderado del delito” basado en la represión. Sostuvo que “reprimir implica generarle un techo al crecimiento del crimen” y agregó que durante los gobiernos del Frente Amplio el delito se disparó. “En los 15 años de gobierno del Frente Amplio, para ellos la palabra represión era mala palabra entonces tomaron solamente la política de trabajar en las causas”, expresó.

“En 2005 había en Uruguay 190 homicidios por año, entregaron un país en 2020 con más de 400 homicidios por año”, dijo el ministro en el foro internacional en referencia a la gestión de la oposición.

Martinelli destacó el vínculo con la academia para generar insumos para diseñar la gestión de política pública de seguridad y destacó la gestión de “enfoque dual” para trabajar la represión y la prevención del delito.

En esa línea, Martinelli dijo que la administración del Frente Amplio realizaba operativos de saturación en los barrios y “cuando la policía llegaba la gente en los barrios estaba super contenta, sin embargo, cuando la policía se retiraba a las tres cuatro de la tarde, la gente se sentía sola, desamparada y con miedo. Nosotros cambiamos esa lógica y ahora lo que estamos haciendo son operativas de intervención. Vamos a un barrio que está con problemas y nos quedamos en ese barrio hasta que esté pacificado”, señaló.

El ministro resaltó la baja en las cifras de los delitos de hurtos, rapiñas y abigeato. “Este tipo de políticas vinculadas al trabajo en las causas es necesario abordarlas con la suficiente madurez política para que sean verdaderas políticas de Estado. No puede pasar que cada cuatro, cinco o seis años nos estemos reseteando para arrancar de cero”, concluyó.