“Es trágico, es lamentable, ninguno desea que Uruguay tenga este nivel de homicidios”, dijo este viernes el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, sobre la casi decena de asesinatos ocurridos esta semana. Aseguró que los estudios de tipología de los homicidios han demostrado que los meses de verano son particularmente difíciles en esta materia desde hace más de una década: “En diciembre, enero, febrero, los días son más largos, hace más calor, la gente consume más alcohol, la gente consume más drogas, se generan lamentablemente mayores episodios de violencia”, comentó el ministro en una rueda de prensa.

A su entender, lo que queda por hacer es “seguir trabajando en el esclarecimiento de los homicidios”. “Nosotros hicimos una reestructura en el Departamento de Homicidios, porque cuanto más trabajes en esclarecer los homicidios más lográs bajar el nivel de percepción de impunidad. De los ocho homicidios que hemos tenido en los últimos días, ya hay siete que están prácticamente aclarados. Eso, sin duda, es un insumo muy importante a la hora de dar una señal de que acá no sale gratis cometer un delito”.

Martinelli afirmó que “los homicidios son muy difíciles de prevenir desde el punto de vista de la Policía; no podés poner un policía en cada casa, bar, plaza, en cada rincón del país”. En esta línea, retomó lo dicho días atrás por su futuro sucesor, el exfiscal Carlos Negro, quien apuntó que la posibilidad de bajar los homicidios no depende particularmente de esa cartera. “El Ministerio del Interior es el último eslabón de una gran cadena, donde primero fallan un montón de instituciones, y cuando la sangre ya está en el río es cuando, recién ahí, interviene el Ministerio del Interior”.

El jerarca apuntó a trabajar en particular en la prevención vinculada a la educación: “Gran parte de los problemas que tenemos hoy en la sociedad, o el aumento de la violencia que hemos visto ya hace algunos años, no sólo en Uruguay sino en otros países del mundo, tiene que ver precisamente con la educación, con un manejo poco tolerante de determinadas situaciones que se dan en la sociedad, que antes las resolvíamos de una forma y hoy las estamos resolviendo de una forma mucho más violenta”.

A su parecer, resta aún “trabajar mucho en las causas del delito”. “Tenemos que ir a la educación, a la salud mental, al tratamiento de las adicciones, al tratamiento del alcoholismo, a las oportunidades laborales, a los contextos en determinados barrios. Es por ahí que vamos a lograr una solución mucho más de fondo. Naturalmente que esas soluciones llevan mucho tiempo, no podemos pretender solucionar este problema de un día para el otro”, sostuvo.

En esta línea, insistió con diseñar políticas de Estado, ya que si se busca solucionar la situación violenta que atraviesa el país hay que “mirar con luces largas”. “Debemos tener la madurez de generar políticas que trasciendan las administraciones de turno”.

Aun teniendo en cuenta los homicidios de esta semana, Martinelli opinó que podrán culminar diciembre con menos homicidios que en el mismo mes de 2019, aunque en su ideal se deberá buscar reducir la cantidad de asesinatos cometidos en diciembre de los últimos dos años. “Lo que puedo adelantar es que nos vamos a mantener en esa meseta de la que vengo hablando, en la que no se han incrementado los homicidios, con algún pico más alto como fue el año 2018 cuando llegamos a 421 homicidios. Nos vamos a mantener en torno a los 380, 370, que marca una tendencia de estabilidad y que lamentablemente no hemos podido quebrar para lograr una baja sostenida”.

Diego Sanjurjo en el próximo gobierno

El próximo ministro del Interior ya manifestó su interés en continuar trabajando con el asesor colorado Diego Sanjurjo, algo que el actual responsable de la cartera ve con buenos ojos. “Es un gran académico, un gran técnico, un entendido en los temas de seguridad pública y sin duda es un valor agregado para cualquier administración poder contar con él”. De todas formas, agregó que estima que no será sólo Sanjurjo que se quede en su puesto, sino también varios jerarcas del ministerio, “porque en definitiva las cosas se están haciendo bien”.