Carlos Taroco, exdirector del Comcar vinculado a Gustavo Penadés en la trama que investigó a víctimas de explotación sexual, hizo trasladar presos a la cárcel que dirigía para “apretarlos”, hacerles requisas u ofrecerles beneficios. En La tapadita, de M24, el periodista Eduardo Preve reveló parte de los audios de la audiencia en la que llegó a un acuerdo abreviado. Entre otras cosas, reconoció que había víctimas que estaban presas por incurrir en delitos a las que “amedrentaba, trataba de silenciarlos o les ofrecía cambiar el testimonio a cambio de beneficios”.

Este tema fue tratado en la Comisión Especial para el Seguimiento de la Situación Carcelaria del Parlamento, a la que fue invitado, entre otras personas, Luis Mendoza, director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), de quien dependía Taroco y de quien dependen las Juntas de Traslados.

Para hacer un traslado en cárceles, el trámite debe pasar por la Junta de Traslados. Hasta el comienzo de esta gestión, las Juntas de Traslados dependían de la Subdirección Técnica Nacional. Esto cambió y desde marzo de 2020 depende del director del INR. La norma también establece la integración obligatoria de las juntas: debe estar la Subdirección Técnica Nacional y la Subdirección Operativa Nacional.

Al respecto, según la versión taquigráfica de la comisión a la que accedió la diaria, Mendoza indicó que “es de público conocimiento –porque salió un artículo de un periodista– que todos los traslados que salen son firmados por mí”. Dijo que fueron convocados para el 23 de abril por el Senado para explicar este tema pero adelantó que si bien en la prensa se ha dicho que Taroco disponía de traslados, “él no disponía de ningún traslado” porque “vuelvo a decir que todos los traslados son firmados por mí”.

“No puedo investigar el caso sobre el que habló el periodista y salió en la prensa, porque la investigación de las víctimas es reservada. Por lo tanto, no puedo saber a qué internos se refiere; allí no se habla de nombres, sino de números y letras. Si yo supiera de quién se habla, se ordenaría la investigación”, afirmó. “Insisto en que nadie sale de una unidad a otra sin mi firma”, remarcó, y reiteró que “hay que ver de quién se trata para llevar adelante la investigación”.

Sobre si se se han constatado irregularidades en los traslados, señaló que “hay una versión periodística, yo no tengo información”. “Por eso estoy pidiendo si puedo tener una versión como la que tiene el periodista de la Fiscalía, para saber de qué caso se habla. Porque la versión de prensa que salió es muy acotada y está hablando de que había gente que decía que salió de una cárcel a la otra, pero no puedo investigar de qué traslado se habla. Por eso estoy pidiendo que el ministerio [del Interior] investigue para saber, pero no sé de qué privado de libertad se habla porque es todo con seudónimos”, explicó Mendoza.

El director del INR manifestó que “Taroco no hizo ningún trato. Taroco pedía, porque él estaba a cargo de Investigaciones”. Desarrolló el procedimiento: “Cuando había una persona que tenía pruebas y documentaciones… por eso Taroco hizo muchos procedimientos y tiene muchas personas procesadas. En esos casos me pedía a mí y nosotros, si estaba en una cárcel de mínima seguridad donde tenía teléfono y podía seguir delinquiendo con el teléfono, lo llevábamos a otra cárcel donde el acceso al teléfono celular es restringido y lo podíamos investigar”.

Para Mendoza, es complejo investigar los planteos sobre los traslados asociados al exdirector del Comcar porque “si empiezo a investigar el tema Taroco, también puedo pisar el tema de la investigación”. “Es otro tema sobre el que estoy hablando con el ministerio. Si yo empiezo a investigar los traslados de Taroco –yo tengo los traslados–, puedo incurrir en un delito al poder trabajar con las personas que están en secreto, en reserva. Por eso es muy delicado esto. ¿Qué voy a investigar? Si está la fiscal investigando eso, estoy esperando que la fiscal me llame, estoy a la orden”, resaltó. “Pero si hago una investigación paralela, puedo perjudicar la investigación que se está haciendo, porque Taroco quería descubrir las personas que denunciaron a Penadés. Si empiezo a trabajar en lo que Taroco estaba haciendo, también puedo incurrir en delito”, reiteró, y enfatizó: “Estoy a la orden y estoy esperando que la Fiscalía me cite si tiene alguna pregunta y algo yo le voy a contestar”.

“Es muy delicada esa línea de seguir la investigación de Taroco porque pasó que las personas que están reservadas, que denunciaron, puedo descubrirlas y puedo pisar la línea que la Justicia está trabajando en la Fiscalía. Entonces, estoy pidiendo que la Justicia cuando me llame, la Fiscalía, me diga de qué persona se trata. Yo estoy a la orden. Pero con Taroco se trabajaba lo que hizo la Justicia, los procesos”, repitió Mendoza, quien expresó que “el excomisario Taroco tiene tres años de pena y lo que él hizo, lo está pagando, pero hay que reconocer que estando en actividad hizo muchos procedimientos, pero nunca hizo un traslado. Los traslados me los pedía a mí”.

Mendoza explicó que en la Junta de Traslados “hay diferentes tipos de traslados”. Cuando es por progresividad, es decir, cuando la persona tiene una buena conducta y puede estar en un mejor lugar, “es todo un trabajo que se hace con los técnicos”. “Se estudia porque va progresando”, indicó.

“Pero muchas veces también pasa que es por seguridad”, aclaró el director del INR. “En ese caso no implica una evaluación, porque una evaluación del OASYS a esa persona, retrocedió. Acá hay dos factores grandes: técnico y de seguridad. Si una persona anda con corte, apuñaló a una persona, esa persona, por seguridad, retrocede en el sistema de progresividad. Hay un acta para esa persona y yo trato –porque soy humano– de verlo. Hasta esta hora estoy viendo si hay justificación porque, como ella lo dijo, en mi otro período no había una junta, era todo de boca. Fue idea nuestra crear esa junta. La conozco bien. Hay traslados que son por seguridad, y eso queda registrado en el acta. La firmo yo, por seguridad, porque no se puede esperar que haya una junta”, explicó.

“Cuando hay cortes y líos –cosas grandes– nosotros sacamos a la persona enseguida. No podemos esperar al técnico. Nosotros no lo trasladamos por progresividad, sino por seguridad, para evitar riesgos”, subrayó el director de INR, quien le recordó a los legisladores presentes que “familias los han llamado a ustedes diciéndoles que su hijo corre riesgo de vida”. “Yo no voy a esperar a que la Junta Nacional de Traslados lo indique. Inmediatamente lo llevo al centro de ingreso [CIDD]. Tengo que cuidar su integridad física”, aseveró.

La cuestión de los traslados es algo “muy dinámico” en el sistema penitenciario. “El reglamento dice que todo traslado se hará, por seguridad, en forma urgente, y en la primera sesión de la Junta, se lo regulariza. Es decir, hay muchos traslados que yo los saco”, afirmó Mendoza.

El director del INR dijo que “igual sucede, por investigaciones, si hay que sacar a una persona”. “Se le saca celulares, chip; si tenemos información de que anda traficando y anda estafando para afuera, yo no puedo permitir que siga liderando una banda de narcotraficantes o estafando a gente. Yo lo saco inmediatamente por seguridad y después se hacen todos los trabajos de la Junta”.

“Nos podemos equivocar”, aceptó Mendoza. “El caso que usted está repitiendo, de Taroco, lo tengo. Me doy la reserva del caso por la investigación que se va haciendo. Para ese caso hay una investigación que se hizo, del que yo tenía conocimiento, y los traslados están a mi nombre porque soy yo el que lo autorizo y, si no, no se hace nada. Reitero, los traslados están a mi nombre porque soy yo el que autorizo. En mi licencia el ministro nombra al comisario general [Gustavo] De los Santos y él hace lo mismo. A veces tenemos información que debemos manejar en reserva; es así como funciona”.

Según Mendoza, “gracias a eso, y a pesar de que tenemos casi cuatro mil internos más, ha disminuido la cantidad de incidentes”. “Hay un gran trabajo de Inteligencia, hay que trabajar mucho en inteligencia e información porque sabemos que en las cárceles, principalmente en las de alta seguridad, hay narcotraficantes y delincuentes que por medio de teléfonos mandan afuera; inclusive mandan realizar delitos afuera. Es importante el trabajo de inteligencia y de información para evitar que desde la cárcel se cometan delitos afuera. Todo es muy dinámico; nos queda mucho por hacer, pero tratamos de bajar la incidencia de los delitos que se realizan desde la cárcel hacia afuera. Esa es una preocupación de todos”, sentenció el director del INR.