La Coordinadora Nacional de Sindicatos Policiales (Conasip) se movilizó este lunes en Montevideo para reclamar por mejoras en las condiciones laborales y denunciar situaciones de persecución sindical y abuso por parte de las autoridades.

La movilización comenzó sobre las 10.00 con una asamblea abierta, realizada en la avenida José Pedro Varela, frente a la Dirección Nacional de la Guardia Republicana, donde entregaron volantes con sus reivindicaciones y se está trabajando para próximas movilizaciones en las que tienen previsto entregar a las autoridades sus planteos y movilizarse en otras ciudades del país.

Entre los temas mencionados por los policías, está la necesidad de mejorar los salarios, que hoy alcanzan los 50.000 pesos en los escalafones más bajos, para poder tener dedicación exclusiva a la tarea, una atención integral de la salud mental de los policías, acceso a la vivienda y a la educación, rechazo a la reforma de la seguridad social aprobada en este período de gobierno y al decreto que dispuso quitas salariales por inasistencias por enfermedad en la función pública.

Uno de los puntos centrales de la plataforma es la denuncia de situaciones de persecución sindical y abuso de funciones contra los trabajadores policiales, que implican sanciones o traslados arbitrarios y no justificados. También expresaron su rechazo a la propuesta de reforma constitucional para habilitar los allanamientos nocturnos y proponen la creación de un grupo de trabajo en el ministerio con una participación representativa de los trabajadores policiales.

En diálogo con la diaria, el vocero de la Conasip, Rudeber Buela, señaló que hay algunas unidades de la Policía, como la Guardia Republicana, y otras unidades del interior del país donde ha habido traslados de policías o sanciones desmedidas a policías que deciden acompañar a algún tipo de movilización sindical. “Estando en el siglo XXI y en una república democrática, no podemos creer que todavía se reprima a los policías sindicalizados”, expresó.

Buela señaló las particularidades que se dan en el interior, donde en muchos casos llegan trasladadas autoridades o funcionarios como forma de sanción y donde no hay elementos adecuados para trabajar. “Hemos dicho que hoy en día no hay condiciones para llevar a cabo los allanamientos nocturnos, por la gran falta de personal en el interior del país. Incluso cerca de Montevideo hay problemas de personal que implican que falta gente para sacar la flota que se tiene a la calle o se realizan allanamientos de día, descuidando zonas enteras porque se hace rejuntando gente de otras zonas, más aún si estamos hablando de allanamientos nocturnos, que implican gente, tecnología y educación permanente”, afirmó.

“Parece que Uruguay simplemente es Montevideo a los efectos de presupuesto y asignación de medios para la Policía. Hay ciudades que han crecido y siguen teniendo la misma o menores cantidades de funcionarios. Hay lugares donde hay móviles parados cero kilómetro que no pueden salir o que los sacan un día sí, un día no porque de día no tienen gente para sacarlos y a veces de noche tampoco”, señaló Buela, y agregó que a esa situación se le suman dificultades relacionadas con el acceso al entrenamiento y una estrategia educativa que implique una mejora continua de la currícula.

“Al interior del país es adonde sacan a todos los superiores que tienen problemas en Montevideo, sea con los subalternos y que los persigan, o que sean perseguidores, o que hayan tenido problemas con los altos mandos, tanto un funcionario que trata mal al resto como un funcionario que denuncia cosas. Parece que en el interior se sepultan los problemas”, agregó. En cuanto a la necesidad de dedicación exclusiva, Buela planteó que el multiempleo en la Policía es “un desastre” y “una rémora enorme” que afecta el desempeño en el servicio, señalando que hay policías que además del servicio 222 tienen otro trabajo.

Otro punto señalado por Buela fue la falta de políticas públicas para dignificar la función policial: “Desde la dictadura para acá nadie se ha preocupado por generar una política de prestigio de la función policial para con la población. Es como que el policía es un paria de la sociedad”, afirmó.