En Shangrilá, una mujer de 83 años desapareció el viernes 5 de diciembre. Su nieta -que, según narró, abandonó el lugar durante el fin de semana porque se pelearon y, cuando volvió, su abuela ya no estaba- reportó la ausencia este martes. Finalmente la encontraron enterrada en la arena de su patio ayer por la tarde, porque el asesino confesó el crimen y guio a las autoridades hasta el sitio.
Según informó Telemundo, en primera instancia la Policía Nacional tenía la hipótesis de que se trataba de un homicidio porque dentro de la vivienda se encontraron rastros de sangre, desorden y el bastón de la anciana, lo que ameritó la presencia de la Policía Científica. En la vivienda, ubicada en las calles Ceibo y Lirio, a una cuadra de la Avenida Giannattasio y a dos del Lago Calcagno, la víctima residía con su nieta -una mujer de unos 30 años-. También compartían el predio con la pareja de la treintañera y otro hombre que alquilaba una pieza en el fondo de la finca, quien, de acuerdo con el canal, era consumidor de pasta base.
El principal sospechoso era este último. Dada la proximidad de la masa de agua, el fiscal letrado de la costa, Ignacio Montedeocar, asumió la investigación y dispuso rastrillajes en puntos estratégicos, cámaras sépticas y lagos, así como también trabajaron perros K9 de la Guardia Republicana, sin éxito. Sin embargo, el citado medio informó que el hombre confesó el crimen, fue al lugar con funcionarios del Departamento de Homicidios de la Jefatura de Policía de Canelones y señaló el punto exacto donde se encontraba el cuerpo, por lo que fue trasladado a dependencias policiales y deberá declarar en Fiscalía.
Por otro lado, la nieta y su pareja permanecen detenidos, mientras que el hermano de la pareja se encuentra en calidad de indagado, lo que junto al homicida confeso totaliza cuatro sospechosos.