La jueza de Crimen Organizado de 2° turno, Diovanet Olivera, convocó a audiencia a los responsables de Conexión Ganadera, Pablo Carrasco, su esposa Ana Iewdiukow y la viuda de Gustavo Basso, Daniela Cabral, para discutir las medidas cautelares pedidas por el fiscal especializado en Lavado de Activos, Enrique Rodríguez, para mantenerlos sujetos a proceso.

En las últimas horas, la familia Carrasco designó al abogado Jorge Barrera como defensor en el proceso penal, mientras que los abogados de Daniela Cabral y las hijas de Basso serán Pablo Donnángelo y Eduardo Sassón.

Carrasco, Iewdiukow y Cabral están siendo investigados por presunta estafa y apropiación indebida, en una causa que cuenta con al menos 20 denuncias penales que implican unos 100 inversores. La fiscalía viene realizando diligencias previas a tomar declaración a ambos investigados para conocer cómo funcionaba el negocio y qué participación tenía cada uno de los investigados. Entre las empresas que forman parte de la investigación se encuentra Pasfer S. A., que era una de las receptoras del ganado en que invertían los clientes de Conexión Ganadera y que figura en el Banco República como “deudora irrecuperable”.

Uno de los administradores de un campo de 4.500 hectáreas que pertenece a Pasfer S. A., es hermano de Iewdiukow. La empresa remató 4.000 cabezas de ganado el 30 de diciembre, a través del estudio de negocios ganaderos de Basso. También se investiga la empresa Don Coraje, que pertenece a Cabral y que, al igual que Pasfer S. A., operaba como administradora de ganado.

En paralelo, transcurre el proceso en la Justicia de Concurso donde la semana que viene el juez Leonardo Méndez definirá si decreta el concurso de acreedores, algo que podría derivar en el embargo de los bienes de las dos familias. Se estima que hay unos 4.200 acreedores de Conexión Ganadera y una diferencia entre el pasivo y el activo de 250 millones de dólares.