El juez en lo penal de 41° turno, Huberto Álvarez, citó a las 10.00 a la fiscalía y a las defensas de los imputados para determinar cómo se desarrollará el juicio oral de Operación Océano, la causa iniciada a mediados de 2020 que investiga varios casos de explotación sexual contra adolescentes.

En la audiencia, el juez Álvarez, que será quien lleve adelante el juicio oral, coordinará con la fiscal Mariana Alfaro y con las defensas de los 11 acusados los horarios de las audiencias del juicio, los días en que sesionará y cómo será el proceso, que se estima que podría llevar algunos meses, dada la cantidad de imputados y víctimas vinculados a la causa. Según el artículo 270.3 del Código del Proceso Penal, las audiencias del juicio deben realizarse continuadamente y no pueden suspenderse por más de diez días.

Si bien el proceso del juicio, y cada una de sus etapas, está definido entre los artículos 269 y 271 del Código, la complejidad del caso generó la necesidad de realizar una audiencia previa donde sólo se discutirán cuestiones operativas, como ser la citación a los testigos, cuándo se escucharán las declaraciones anticipadas de las víctimas y cómo se ordenarán los peritos para declarar en función de un hilo que dé orden al juicio.

Una vez culminada la audiencia, el juez Álvarez comunicará la fecha de inicio del debate sobre el fondo del asunto y el cronograma a seguir. En términos generales, el Código estipula que primero se dé la palabra a la fiscalía para que exprese sus alegatos de apertura y luego hagan lo mismo cada una de las defensas de los acusados. Los imputados deberán estar presentes durante todas las audiencias y podrán hacer uso de la palabra si lo consideran necesario, siempre que sean habilitados por el juez.

Luego de los alegatos de apertura comenzará la etapa de producción de prueba, donde primero la fiscalía y luego las defensas presentarán sus pruebas, que incluye la prueba anticipada y los testimonios de testigos y peritos expertos que presenten prueba documental. Recibida toda la prueba, las partes harán sus alegatos finales y antes de que el juez dicte sentencia se ofrecerá la palabra a cada uno de los acusados.

Terminado el debate, el juez puede utilizar un plazo de hasta 15 días para dictar sentencia. La decisión de Álvarez podrá ser apelada por cualquiera de las partes, y las medidas que se dispongan no se harán efectivas hasta que la sentencia quede firme.