Una delegación de la Coordinadora Nacional de Sindicatos Policiales (Conasip) fue recibida este martes por el ministro del Interior, Carlos Negro, y la cúpula policial en una reunión mantenida en la sede del ministerio. Durante el encuentro, la Conasip entregó al ministro un documento con las principales reivindicaciones del sector, que tiene como prioridades el aspecto salarial, la atención de salud mental, vivienda y educación.
En el documento, al que accedió la diaria, el sindicato plantea como medidas concretas aumento salarial y flexibilización de las restricciones que impiden a los policías acceder a ingresos complementarios en el sector de la seguridad privada, o, en caso de que no se avance en ese sentido, un pago por la exclusividad de la función. También propone la declaración de insalubridad en la función policial, mejoras en las condiciones laborales, garantizando el acceso a equipamiento, infraestructura adecuada y refuerzo en la cantidad de personal.
Otro de los temas destacados por el sindicato es la situación de salud mental y la necesidad de crear un programa integral de apoyo psicológico, confidencial y libre de represalias, para la prevención del suicidio en la institución, además de mejorar la situación de los efectivos policiales retirados, con cambios en el sistema jubilatorio.
Los policías agrupados en la Conasip también reclaman el respeto al derecho de petición, planteado en el artículo 30 de la Constitución de la República, y denuncian haber sido objeto de una “persecución administrativa” por ejercer ese derecho.
“La situación actual de la Policía uruguaya es insostenible. No se trata de un reclamo sectorial ni de una exigencia de privilegios: es una cuestión de justicia, derechos humanos y dignidad laboral. Un país que abandona a sus policías es un país que debilita su propia seguridad (...). No se puede construir seguridad sobre la base del sacrificio silencioso de los efectivos policiales”, sostiene el documento, que hace hincapié en el debilitamiento de los policías.
El documento destaca el incumplimiento de los convenios suscritos por Uruguay ante la Organización Internacional del Trabajo, en los cuales se entiende que toda actividad que exponga la salud del trabajador debe ser declarada insalubre. “Sin embargo, los policías que trabajan en cárceles, en la vía pública o en unidades de alto riesgo siguen siendo excluidos de este reconocimiento, sometidos a condiciones laborales que deterioran su bienestar físico y mental”, dice el documento, y agrega que el alto número de suicidios en la Policía –que triplica el promedio de la población en general– es “el reflejo de un problema estructural que ha sido ignorado durante demasiado tiempo”.
En ese sentido, plantea que “la mayor deuda del sistema con sus policías es en materia de bienestar emocional”, al cuestionar los mecanismos existentes a los que se expone un policía afectado emocionalmente. “La falta de contención laboral y emocional, combinada con la ausencia de medidas reales de prevención, convierte a los propios servidores del orden en víctimas de un sistema que les exige entrega absoluta, pero les niega el respaldo necesario cuando más lo necesitan”, señalaron.
Sobre este punto sostienen que la medida de quitarles el arma a los policías que requieren ayuda psicológica deja al policía “ante un dilema injusto”, dado que “si busca apoyo profesional, la respuesta inmediata es el retiro del arma reglamentaria, lo que, lejos de protegerlo, lo condena a una situación de mayor vulnerabilidad económica y profesional”.
En diálogo con la diaria, el dirigente Rudeber Buela dijo que el ministro Negro recibió las propuestas del sindicato y luego quedaron trabajando con autoridades del ministerio.
Buela destacó la inclusión de todos los sindicatos policiales, “que no fue la tónica del gobierno anterior”, y la creación de un espacio de asuntos sindicales para trabajar en conjunto. “En lo que tiene que ver con la salud mental, que era uno de los proyectos que venimos trabajando con la academia, con mucha contribución de la Udelar y de la Universidad de Buenos Aires, se planteó la premura y la necesidad de empezar a ejecutar un área de trabajo en salud mental”, expresó, recordando que en las últimas horas un compañero se quitó la vida.
Rudeber Buela. (archivo, octubre de 2024)
Foto: Gianni Schiaffarino
En cuanto a lo salarial, Buela dijo que en los últimos cinco años los trabajadores perdieron salario real, y mencionó también las necesidades de los trabajadores de la Policía en materia de vivienda. “El balance es positivo, la escucha está planteada y se nos dijo que cada propuesta que tengamos se la hagamos llegar por escrito, que va a estar el espacio para sentarse a debatir y crear“, afirmó.