Nunca como hasta ahora la acumulación de capital había experimentado un crecimiento tan acelerado. Estorbado por los límites nacionales, por los derechos laborales y por las pretensiones soberanas de los Estados, el capital busca (y consigue) extenderse y conquistar todos los espacios, pone a producir todo lo que existe y extrae de cada recurso hasta la última gota. Este desarrollo tiene consecuencias de todo tipo: ambientales, políticas, sociales, emocionales. Algunas han sido denunciadas y hay para contrarrestarlas toda clase de agrupaciones de expertos, autoridades y activistas. Otras, en cambio, se hacen visibles en sus consecuencias pero siguen esperando una formulación teórica que las vincule y las organice. En este número de Lento hay varios artículos que se detienen sobre los fenómenos que hacen a la vida en común y los iluminan para que podamos verlos mejor: Gabriel Delacoste dialoga con el monumental trabajo de Amparo Menéndez-Carrión titulado Memorias de ciudadanía. Los avatares de una polis golpeada. La experiencia uruguaya. Camilo dos Santos cuenta las estrategias solidarias de los vecinos de la costa de Canelones en medio de la mayor crisis hídrica registrada en el país, Eduardo de León ofrece su perspectiva sobre la influencia del pensamiento gramsciano en la izquierda uruguaya y el intelectual italiano Franco Bifo Berardi escribe sobre una mutación del deseo que nos deja en condiciones inéditas de cansancio, desconfianza, frustración y aislamiento.
Por su parte, un reportaje de Eurídice Ferrara y Guido Piotrkowski cuenta las dificultades que deben enfrentar las mujeres que aspiran a ejercer el rabinato, un oficio tradicionalmente reservado a los varones y que también tiene que ver con formas de tramitar la vida en común.
Pero además tenemos un adelanto exclusivo de Según. Una autobibliografía, la última novela de Osvaldo Baigorria, recién publicada por Caja Negra, así como un ensayo del irlandés John Banville sobre Vincent van Gogh escrito para The New York Review of Books, crónicas de Martín Bentancor y Leonel González de León y cuentos de Ignacio Alcuri y Juan Manuel Sánchez.
Pónganse cómodos, porque hay mucho para leer.