Previo a las 15.30, los comerciantes y peatones que paseaban por Sarandí no anticiparon la movida que se concentraba al final de la calle. A la hora de la siesta resplandecieron bajo el sol muchas reinas con pelucas, paraguas, brillantinas multicolores, plataformas y botas negras de vinilo. En la escena también se destacaron una anciana y un anciano vestidos y pintados con los colores del arcoíris y un caniche con rueditas traseras decoradas especialmente para el evento. Pero, por una cuestión numérica, quienes más resaltaron fueron los adolescentes, que representaban más del tercio de los manifestantes.
Las piernas y carteles que marchaban en una sola dirección interrumpieron a los peatones que antes caminaban absortos en sus pensamientos o concentrados en sus conversaciones. Dentro de las tiendas algunos vendedores continuaron enfocados en sus transacciones, pero otros suspendieron la rutina laboral unos minutos para observar alegres el desfile. Por los gestos de la gente, la segunda Marcha de la Diversidad parecía haber tomado por sorpresa a los maldonadenses.
Como un relámpago, la procesión avanzó en zigzag por el centro de la ciudad de Maldonado: atravesó la plaza San Fernando en diagonal hasta llegar a 18 de Julio y luego dobló en Rafael Pérez del Puerto rumbo al anfiteatro de la plaza Torre del Vigía, donde los colectivos leyeron la proclama.
Al igual que en la Marcha de la Diversidad que se celebró en Montevideo, el lema de esta edición fue “Ante un Estado ausente, nuestra lucha presente”. Esta consigna fue criticada por la vicepresidenta, Beatriz Argimón, quien consideró que se pierde “la esencia de esa militancia comprometida por el tema” al mezclar la lucha por la diversidad con la política partidaria.
“Queremos dejar algo en claro: esto es una manifestación y como tal es un hecho político. Por más que llenemos de música las calles y vivamos este día como un día de celebración, este es un hecho político”, expresaron los colectivos y agregaron: “Pero no confundan, gente, en estas organizaciones no hubo ni habrá una postura política partidaria”.
Los colectivos LGBTI de Maldonado exhortaron a la bancada de ediles del Partido Nacional a dejar “la hipocresía de lado”. “Delante de estas organizaciones, la bancada del Partido Nacional, en la Junta Departamental de Maldonado, otra vez decidió darle la espalda al pueblo y no acompañarlo. No acompañó la invitación a esta instancia, no acompañó los puntos de esta proclama. ¡No nos acompañaron!”, expresaron.
A nivel departamental reclaman que se cree una secretaría de Diversidad Sexual y de Género en la comuna, que trabaje en conjunto con las organizaciones de la sociedad civil y que tome en cuenta a la población LGBTI en las decisiones que afecten directamente a la comunidad.
También exigieron que la Intendencia Departamental de Maldonado cumpla con los cupos laborales y las becas terciarias para las personas afro, trans y no binarias, y que respondan a los pedidos formales que han realizado los colectivos. Por otra parte, pidieron que en los llamados estatales se contemple a la población LGBTI de entre 30 y 50 años, que suele quedar excluida de las oportunidades laborales.
“Marchamos porque necesitamos que se generen espacios de contención, acompañamiento y capacitación para las personas trans y no binarias del departamento de Maldonado”, expresaron, y remarcaron que la tarea no debe depender sólo de las organizaciones de la sociedad civil, sino que el Estado también debe participar.
Por otra parte, criticaron que el refugio del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) de Maldonado haya mantenido sus puertas cerradas durante las alertas de frío polar. “Consideramos que esto es un acto que atenta contra la vida de las personas más vulneradas de la población, demostrando así que este gobierno sólo tiene ojos para los intereses económicos, no para el pueblo”, manifestaron.
“¡Justicia!”, repetían los manifestantes desde las gradas del anfiteatro luego de que se pronunciaran los nombres de las siete mujeres trans asesinadas entre 2011 y 2012: Ángela, Gabriela, Casandra, Kiara, Pamela, la Pochito, la Brasilera. “Estamos en alerta a nivel latinoamericano porque nos siguen matando, nos siguen desapareciendo. Exigimos la aparición de Tehuel ya”, sumaron.
Además, pidieron que el gobierno destine presupuesto para garantizar el acceso a los métodos anticonceptivos y al misoprostol en los barrios. En ese sentido, reivindicaron que el aborto es fruto de la “lucha histórica” de las organizaciones sociales y exigieron que se respete la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Aprovecharon para recordar que las mujeres cis no son las únicas que tienen cuerpos gestantes, sino que los varones trans y las personas no binarias tienen el mismo derecho a acceder al aborto seguro.
Por otra parte, los colectivos denunciaron el incumplimiento de la Ley de Regulación de las Técnicas de Reproducción Asistida en los centros de salud. Puntualmente, indicaron que a la comunidad LGBTI se le sigue negando el acceso a los procedimientos de reproducción asistida y que se le exige montos de dinero por encima de lo establecido.
“Por todo esto marchamos y luchamos hoy y todos los días. Este año, sobre todo, marchamos para frenar a los monstruos que protegen a los violadores de niñas, niños y niñes. ¡No a la falsa ley de tenencia compartida, estamos en alerta!”, agregaron.
La movilización fue organizada por la Coordinadora de la Diversidad de Maldonado y la Unión Trans y Disidente de Maldonado y fue acompañada por el colectivo No Binaries Uruguay, así como por otros referentes de la comunidad LGBTI del país.
A la proclama siguió una serie de shows que duraron hasta la noche. La fiesta empezó con los clásicos del pop, después hubo hip hop, reguetón, música popular y candombe, pero el remate lo dio Andy Falcone y The House of Culo, que trajeron el vogue y la cultura Ballroom al escenario.