En mayo la Junta Departamental de Maldonado aprobó la creación de una nueva zona franca que estará ubicada junto al aeropuerto del Jagüel, sobre el humedal del arroyo Maldonado. La aprobación contó con los votos de los 21 de los ediles del Partido Nacional y la única banca del Partido Colorado, en tanto el Frente Amplio (FA) se opuso al proyecto en general por la proximidad con el humedal, pero votó ocho de los 13 artículos que fueron tratados esa noche, principalmente los referidos a la concreción de la zona franca y la generación de nuevos puestos laborales.
El gobierno departamental, encabezado por el intendente Enrique Antía, aguarda por una audiencia pública en la que el Ministerio de Ambiente resolverá aprobar la zona franca o no para dar comienzo a las obras. En ese marco, la fuerza política del FA llevó a cabo este martes una charla, a cargo de especialistas, sobre el plan de manejo del humedal.
La actividad estuvo a cargo de la doctora en Ciencias Biológicas y docente del Centro Regional Universitario del Este (CURE) Estela Delgado y el paisajista y docente del CURE Leonardo Moreira.
Los expertos explicaron que la bancada de ediles del FA sugirió otros lugares para construir la zona franca, como el padrón 438, ubicado sobre la Ruta 39, donde funcionaba el ex Mercado Agrícola, así como el padrón 11.603, que forma parte de las tierras del asentamiento Kennedy, que actualmente está siendo realojado al barrio Los Caracoles. Sin embargo, estas opciones recibieron una respuesta “negativa” por parte del ejecutivo departamental.
Delgado detalló durante la charla que los humedales son protegidos a nivel mundial por la importancia de su ecosistema y porque cumplen la función de filtrar gran parte de la contaminación que provocan las urbes y que es volcada a las aguas antes de que desemboquen en el mar.
Aunque el humedal del arroyo Maldonado fue declarado como área protegida a nivel departamental, Delgado señaló que no se aplica un plan de manejo sustentable con las restricciones necesarias para conservar el humedal, su flora y fauna. “Durante el gobierno departamental del Frente Amplio existió un plan de manejo de humedales, pero cuando llegó el gobierno de Antía, dejó de hacerse”, indicó.
Sostuvo que desde el CURE se realizó un “trabajo de campo” en el que se documentó de manera detallada por qué se debería proteger el “vulnerable” ecosistema del humedal. También presentaron en los documentos cuál es la capacidad de carga que permite diariamente el humedal, en caso de querer “explotar” la zona bajo el turismo sustentable, como se realiza en otros humedales del país y del mundo, con el avistamiento de aves.
Otro de los aspectos “esenciales” para los docentes es la cantidad de especies que albergan los humedales, tanto de fauna local como migrante. En el humedal se pueden encontrar diversos tipos de aves como la gaviota cangrejera, los flamencos, además de una de las “redes cangrejeras más grandes del país”, en el que habitan al menos tres especies de cangrejos distintos.
Por su parte Moreira se refirió a otras intervenciones que sufre el humedal debido al crecimiento demográfico del departamento. Entre las edificaciones que bordean el humedal, según detalló el docente, se encuentra el aeropuerto el Jagüel, la zona norte de los barrios Hipódromo y Maldonado Nuevo, el barrio privado El Quijote, la zona de El Tesoro, la planta de tratamiento de OSE de San Carlos, el Hotel Fasano Las Piedras -que construyó un aeródromo sobre el humedal-, una zona destinada para realizar 4x4 en La Alameda de San Carlos, así como también un desarmadero de autos privado, tres canchas de fútbol a la entrada de la ciudad carolina, la Sociedad Hípica de La Alameda. A estas presiones sobre el humedal se suma que los dueños de los padrones privados que lindan con el humedal dejan pastar allí al ganado.
Estas construcciones e intervenciones humanas vuelven al ecosistema del humedal “más vulnerable” de lo que es, plantearon los especialistas, y advirtieron que “ya no resiste”, por lo que es necesario aplicar un plan de manejo sostenible, con pautas, reglas y restricciones de áreas.