Vecinos de La Barra de Maldonado, El Tesoro, Manantiales, El Chorro y Balneario Buenos Aires se reunieron con el subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla, para informarle sobre las amenazas ambientales que existen en torno al humedal del arroyo Maldonado. El encuentro ocurrió el viernes en la galería de arte Atelié Zuloaga. Participaron unos 30 vecinos y vecinas, lo cual “para ser en pleno invierno” es una buena convocatoria, valoró en diálogo con la diaria el pintor y propietario del lugar, Ignacio Zuloaga, que vive en La Barra desde hace 30 años e integra la Liga de Fomento, que si bien había dejado de funcionar, “resucitó” hace un año y medio.
Uno de los temas que se planteó, si no el más importante y de mayor preocupación, es la contaminación por la construcción de un barrio privado en la costa de la Laguna Blanca, que afecta a la zona buffer, una zona de pastizales y juncos que sirve de filtro para purificar el agua con la que se abastece a la zona, explicó Zuloaga. “Se llamó la atención sobre eso para que se respete la zona, no se hagan muelles y otras construcciones y que el perímetro de la laguna se mantenga natural, porque cuando se construyen casas “se quiere llegar con el terreno a donde está el agua”.
En el mismo eje, se planteó la necesidad de preservación de la costa, ya que algunas construcciones en Bikini Beach, Manantiales, entre ellas, una cancha de fútbol, invaden las dunas, contó a la diaria el pintor.
La Barra de Maldonado ha sido testigo de un gran crecimiento demográfico en los últimos años producto de un constante proceso de migración que se acrecentó tras la pandemia, por un lado, con la llegada de uruguayos de otros departamentos, especialmente de Montevideo, y por otro, por la migración de países vecinos, sobre todo de Argentina pero también de países europeos, que han elegido el balneario para afincarse. Este crecimiento demográfico ha provocado una transformación en el balneario, que se caracterizaba por su estilo “rústico”, para convertirse en una ciudad con más servicios, consideró.
Asimismo, muchos vecinos alertaron sobre las construcciones que están por realizarse al oeste del puente ondulado, cercanas al edificio Delamar, que fue inaugurado en 2008 y que provocó pérdida del paisaje. “Una batalla perdida”, dice Zuloaga. El proyecto de Delamar fue llevado a la Cámara de Diputados con la intención de frenar la obra, pero los vecinos no tuvieron éxito. Es una “lástima”, se resignó, porque se perjudicó visualmente la zona con la pérdida de la postal del arroyo de Maldonado, “la vista más linda que tenía La Barra”.
El pintor contó que en la reunión un vecino solicitó tirar abajo la construcción, pero, en la opinión de Zuloaga, es perder el tiempo en algo que ya está laudado. “Mejor es concentrarse en lo que se puede sacar adelante y rescatar”, como es proteger la Laguna Blanca, algo que le compete al Ministerio de Ambiente.
En esa línea, se trató también la preservación del arroyo de Maldonado, donde se observa la disminución de los cangrejos y la presencia cada vez mayor de especies vegetales invasoras. Otro tema importante que se abordó fue el reclamo de la planta de aguas residuales de El Tesoro, que genera malos olores.
Zuloaga especificó que el subsecretario Amarilla escuchó “atentamente” las inquietudes y mostró preocupación, especialmente, por las construcciones sobre la costa de la Laguna Blanca. Según el vecino, el jerarca se comprometió a trabajar sobre ese problema.