Mientras se realizaba la excavación para la colocación de una piscina, a unos kilómetros al norte de la ruta 39, en las afueras de la ciudad de San Carlos, Santiago Correa identificó un número importante de piezas que pertenecían a un animal. El vecino decidió comunicarse con un allegado de la Facultad de Ciencias y confirmó que se trataba de un gliptodonte, un pariente de las mulitas.
Las piezas fueron extraídas el 1º de mayo con ayuda de una retroexcavadora que aportó el Municipio de San Carlos. Luego se colocaron en una bola de yeso para conservarlas antes de que fueran llevadas al Museo Regional Carolino.
El animal está dentro de la categoría “megafauna pleistocena”, que se utiliza en la jerga científica para referirse al conjunto de animales que pesan más de una tonelada y que vivieron durante el Pleistoceno hace 10.000 años. En Uruguay, gracias a la investigación científica, de ese grupo de especies se han encontrado perezosos, gliptodontes, mastodontes y tigres dientes de sable, entre otros.
“Uruguay es muy pequeño pero muy diverso y muy rico en cuanto a temas fosilíferos: hay fósiles desde hace 2.500 millones de años”, dijo a la diaria Sebastián Tambusso, doctor en Paleontología de la Facultad de Ciencias. El académico explicó que “cuando hablamos de megafauna es muy común encontrarlos en todos lados: en las costas de los arroyos, como por ejemplo Canelones, Maldonado y Rocha”.
Carolina Lobato y Sebastián Tito, integrantes del Laboratorio de Paleontología de la Facultad de Ciencias, explicaron, además, que el hallazgo “es muy común, porque son muy recientes” y eran muy abundantes, sobre todo las placas de gliptodonte. “Tenemos estas corazas gigantes que, cuando se desarman, se disgregan en mil pedacitos”. Aun así destacaron que “lo inusual” es que el esqueleto del animal se “encontraba en un punto bastante elevado”.