Inaugurado en mayo de 2016, el liceo de La Barra es de los pocos de tiempo completo en el país y también de los pocos cuya estructura se compone, totalmente, de contenedores metálicos. Actualmente, los variados problemas que presenta el centro educativo mueven a la comisión de padres y madres de los estudiantes (APAL) a reunirse con diputados de Maldonado, y a pedir entrevistas con ediles y autoridades de la Educación, en busca de soluciones. Unas más urgentes que otras.

“El liceo es como un barco que flota a la deriva”, resumió a la diaria Marcelo Villero, uno de los voceros de APAL, antes de desgranar punto por punto las carencias que presenta la institución, y de plantear soluciones que, a su juicio, dependen más de la “voluntad política” que de grandes presupuestos.

Por ese motivo se contactaron con los cinco diputados del departamento, de los cuales sólo dos los atendieron hasta el momento; y con ediles de todos los partidos. También lanzaron una campaña de firmas virtuales por change.org el jueves pasado.

Entre ratas y comadrejas

A juicio de Villero, la situación más preocupante se da por la proliferación de ratas y comadrejas que se reproducen en un predio lindero, propiedad de UTE, donde dos cabañas están en riesgo de derrumbe. Explicó que el ente cedió el terreno al liceo hace años, con la condición de que no se tocaran esas cabañas, que están por fuera del predio del centro educativo.

“Tienen un gran deterioro estructural y peligro de derrumbe, según confirmó un arquitecto. No pueden ser utilizadas, pero tampoco desarmadas o retiradas sin autorización del directorio de UTE. La Intendencia de Maldonado ofreció la logística para demolerlas y limpiar el predio, pero necesitamos autorización”, acotó Villero. La intención de APAL es que las autoridades de la empresa estatal y las de la Dirección General de Educación Secundaria acuerden el retiro de las casas “inhabitables” y permitan anexar el predio al espacio liceal.

Además de controlar la invasión de roedores, esto permitiría destinar el terreno para la construcción de un salón multiuso que resolvería otros problemas de la institución, igual de preocupantes. “Los gurises reciben el almuerzo en la escuela 19, pero allí no hay capacidad para que hagan las otras comidas. El desayuno y la merienda son retirados de la escuela por los profesores, y ellos comen afuera, bajo un alero”, lamentó Villero.

Un salón multiuso terminaría, además, con otra carencia: el liceo no cuenta con un salón de actos, por lo cual cualquier fiesta o reunión tiene que celebrarse, también, en la escuela vecina.

Por otra parte, el vocero de APAL remarcó que no hay personal de mantenimiento, que los contenedores (doce) están corroyéndose por el salitre y que el cerco perimetral de alambre electrosoldado tiene tramos destruidos. Por otra parte, el área de deportes no se puede utilizar en invierno porque se inunda o queda llena de barro durante días.

Otro punto reclamado por la comunidad educativa es que el liceo dicte bachillerato, no sólo ciclo básico. Ocurre que quienes terminan noveno grado deben trasladarse a los liceos de Maldonado o Punta del Este, generalmente en ómnibus que tardan entre 40 y 50 minutos en cubrir el trayecto. “Lo lógico es que puedan estudiar en el lugar donde viven y destinar esas dos horas que pierden en ómnibus a otras actividades”, comentó el padre.

Un llamado a la voluntad política

De los cinco diputados que tiene Maldonado, sólo Diego Echeverría (Partido Nacional) y Eduardo Antonini (Frente Amplio) llegaron a entrevistarse con algunos integrantes de APAL, la semana pasada. Sebastián Cal (Cabildo Abierto) pidió que lo llamaran a un determinado número, pero, según Villero, nunca contestó. En tanto, el colorado Germán Cardoso y el blanco Federico Cassaretto ni siquiera acusaron recibo de los correos electrónicos que les enviaron.

“No estamos pidiendo cosas descabelladas, si hubiera voluntad por parte de las autoridades, mucho de esto se solucionaría”, comentó el vocero. Echeverría y Antonini prometieron contactar a directores de UTE y enviar una carta elaborada por APAL a las autoridades educativas. Este último, además, recorrió el exterior del liceo y les adelantó que expondrá el caso en el plenario de Diputados.

Pero la comisión no se quedará con eso. Sus integrantes reclaman que las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública también se presenten a reconocer “la realidad del local”. Paralelamente, el jueves lanzaron una campaña de firmas para sensibilizar a la población, con vistas a la organización de actividades para recaudar fondos.

“No es dinero para invertir en cosas que debe resolver el Estado, sino para que el director pueda ordenar la realización de pequeños arreglos, o adquirir materiales para los talleres que realizan los gurises”, explicó el vocero. “Con las firmas queremos llegarle a la gente, además de hacer un boca a boca para que la población sepa que nos estamos moviendo”, concluyó.