Desde el pasado 20 de junio, el director del liceo de La Barra de Maldonado, Andrés Nogués, enfrenta denuncias de padres y madres de estudiantes “de varios grupos del liceo” por “acoso sexual y comportamientos indebidos hacia varias niñas”. En una carta que prevé presentar este viernes a la Inspección Regional de Secundaria, el grupo de padres señala que, si bien los testimonios de las estudiantes dan cuenta de la gravedad de los hechos, el director continuó en el cargo e incurrió en nuevos abusos.
“Queremos manifestar nuestra preocupación ante los hechos ocurridos en los últimos meses, que involucran al director del liceo, Andrés Nogués. Sabemos que ha habido denuncias por malos tratos al personal del liceo y a los alumnos, y denuncias por acoso sexual y comportamientos indebidos hacia varias niñas”, comienza la carta, a la que accedió la diaria.
Aunque reconocen que “es difícil presentar pruebas físicas de lo que sucede”, entienden que la declaración de las adolescentes es muy importante y debe atenderse con “la gravedad y la rapidez” que el asunto requiere. “Estamos muy disconformes con los tiempos que manejan, ya que por un lado los menores denuncian acompañados por sus padres, pero siguen encontrándose con este hombre en el liceo, teniendo que pasar por situaciones de miedo y preocupación”, advierten.
El grupo considera que las denuncias ya planteadas a la Inspección Regional “son suficientes” para cumplir “con celeridad” el protocolo de acoso sexual en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). “Sabemos que la situación se investiga desde el 20 de junio, pero ante la gravedad de las acusaciones y viendo que se siguen generando nuevas situaciones de abuso, exigimos protección inmediata a nuestros hijos” por parte del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP.
En ese sentido, insistieron en que “el director sea separado del cargo inmediatamente, ya que de lo contrario estarían avalando el comportamiento inadecuado de este hombre y exponiendo a los menores”. Luego enfatizan que no permitirán que se siga exponiendo a sus hijos a abusos de ningún tipo y advierten que tomarán todas las medidas “necesarias y pertinentes para que se solucione de inmediato”.
“Si no fuera su director les haría algo indebido”
Uno de los padres denunciantes relató a la diaria que su hija de 13 años de edad y dos compañeras de 14 se encontraban con en el patio del liceo, en el horario de un taller de fotografía, cuando el director se acercó a preguntarles qué hacían allí, y en un momento les soltó una frase que las dejó “petrificadas”.
“Si no fuera su director les haría algo indebido”, dijo Nogués, de acuerdo al testimonio de las adolescentes. Cuando la estudiante de 13 años le preguntó a qué se refería, si las iba a sancionar o a llamar a sus padres, el director aclaró: “No, eso no es algo indebido. ¿No te imaginás?”.
Las adolescentes contaron este hecho primero al psicólogo de la institución, luego en su ámbito familiar y, finalmente, al ser “interrogadas” por autoridades de la Inspección Regional. En medio, los padres se reunieron con Nogués para escuchar su relato sobre lo ocurrido y conocer cómo iba a procesarse la situación. De ese encuentro también participaron una adscripta y el subdirector del liceo, y se labró un acta para enviar al inspector regional, Aníbal Camacho.
Según supo la diaria, el director aseguró que “no recordaba” haber mantenido una conversación con las adolescentes en el lugar donde referían los padres, e insistió para que le indicaran con exactitud la frase que motivó la denuncia. “Con respecto a que yo haya dicho que si no fueran mis alumnas haría algo indebido, no recuerdo haberlo dicho. Y no lo dije. No digo que mientan”, comentó el director. Minutos después, fue más enfático: “Desmiento rotundamente haber dicho eso”, sostuvo.
Nogués también remarcó que el protocolo de la ANEP ya estaba en marcha y garantizó “la trayectoria educativa” de las alumnas que lo denunciaron; dijo que no tomaría represalias, ni les dirigiría la palabra, y que en adelante el subdirector o la adscripta serían el nexo entre las estudiantes y la institución. En la misma línea, sostuvo que “jamás se le pasaría por la cabeza otro vínculo que el pedagógico-formativo”.
Los padres remarcaron que no estaban allí para poner en duda la versión de las niñas, sino movidos por la esperanza de que el director reconociera que, por lo menos, se había equivocado. Como eso no ocurrió, esperaron a que la inspección separara del cargo al director mientras transcurría la investigación administrativa del caso. Pero eso tampoco sucedió, por lo que decidieron trasladarla a otro centro educativo.
El primer caso, planteado el 20 de junio en la comisaría de La Barra, correspondió a un adolescente que denunció al director por “maltrato”. Si bien Nogués asistió a la seccional y fue interrogado sobre el episodio narrado por el estudiante, no hubo más novedades sobre la actuación policial.
Entretanto, Nogués siguió desarrollando su tarea en el liceo hasta que, la semana pasada, se enteró de que habían surgido más denuncias en su contra. Trascartón, el viernes pasado, durante un acto de integración educativa, encontró inscripciones de “escrache” en las paredes de uno de los contenedores que albergan a los estudiantes. Desde estes martes, no asiste más al liceo.
¿Qué dice el protocolo de la ANEP?
Fuentes institucionales señalaron a la diaria que el director solicitó “licencia médica por estrés”, y descartaron que lo hubieran separado del cargo. la diaria se comunicó con Nogués para confirmar este punto y conocer su opinión respecto de las acusaciones, pero recordó que la Ordenanza 10 prohíbe a los funcionarios ofrecer declaraciones públicas o datos sobre una investigación. Lo mismo respondió Camacho, inspector regional y encargado de la investigación.
El Protocolo de Regulación de la Atención y Prevención del Acoso Sexual en la ANEP establece que se debe preservar la identidad de todas las personas involucradas en una investigación. Pero también señala que cuando exista una denuncia que “pueda significar situación de acoso laboral o docente dirigida a un menor de 18 años”, la autoridad deberá adoptar medidas de protección para la víctima y “comunicar de forma fehaciente e inmediata al juzgado competente”.
El texto define como acoso sexual “todo comportamiento de naturaleza sexual, realizado por persona de igual o distinto sexo, no deseado por la persona a quien va dirigido, y cuyo rechazo le produzca o amenace con producirle un perjuicio en su situación laboral o su situación educativa, o que cree un ambiente intimidatorio, hostil o humillante para quien lo recibe”.
El acoso sexual puede manifestarse, entre otras modalidades, mediante el “uso de expresiones (escritas u orales) o de imágenes de naturaleza sexual que resulten humillantes u ofensivas para quien las reciba”, indica otro artículo.