Inesperadamente, la sesión extraordinaria en la que se preveía votar 25 expedientes -entre estos, el de las excepciones para el hotel de campo en La Juanita- el edil nacionalista Adolfo Varela planteó una cuestión de lesión de fueros a raíz de publicaciones realizadas por la edila suplente del Frente Amplio (FA), Ana Antúnez, en sus redes sociales.

Varela acusó a Antúnez de desprestigiar “a toda” la Junta Departamental con sus publicaciones “falsas” y “difamatorias”, y de “fomentar el odio” hacia los ediles de la corporación. La gota que derramó el vaso, de acuerdo al edil, fueron posteos referidos a las excepciones para el hotel de campo en La Juanita que consideraría esa noche el plenario.

En ese contexto, leyó un mensaje anónimo que una persona le envío esa misma noche, por Whatsapp, para acusarlo de “coimero” y adelantar que iría al plenario a “lanzarle huevos” desde las barras, presuntamente inducido por una publicación de Antúnez en su cuenta de Facebook.

“Esto es producto de generar odio, constantemente, sin ningún tipo de fundamento. La aspirante a edila, porque es suplente, no aporta ningún dato sobre dónde hay corrupción. Es digno de una persona irresponsable”, dijo Varela en parte de su alocución.

Tras una extensa lectura de las capturas de los posteos realizados por la frenteamplista, se abrió una discusión que demoró más de tres horas y que dilató el tratamiento del asunto central de la noche, por el cual decenas de representantes de la Red Unión de la Costa (RUC) permanecían desde primeras horas en las barras.

Ediles blancos y del FA coincidieron en que se trataba de una amenaza “que no se puede permitir”, algunos se solidarizaron con Varela y otros, de su mismo partido, también le sugirieron llevar el asunto a la Justicia. Para el FA, la lesión de fueros podía aplicarse a la amenaza recibida por Varela, pero no a las consideraciones públicas de Antúnez.

El oficialismo aprovechó para fustigar y rezongar a Antúnez, quien pidió ocupar la banca para defender su derecho a la libertad de expresión. Aseguró que sus opiniones son personales y no en calidad de edila suplente.

También dijo que sus publicaciones están fundamentadas en documentos públicos sobre los casos a los que se ha referido en sus redes, sobre otros hechos pasados, sobre la actitud del oficialismo cuando la oposición pide investigar irregularidades en la gestión de Enrique Antía y sobre el “desinterés” de los ediles por defender el bien público.

Además, atribuyó el “ataque” a su condición de mujer, lo cual fue reafirmado a su turno por la edila frenteamplista Susana Hernández.

Finalmente, los ediles blancos del sartorismo y del herrerismo hicieron lugar a la cuestión de fueros planteada por Varela, no sobre la amenaza sino sobre las expresiones públicas de Antúnez, que rechazaron por “inapropiadas e improcedentes”. Paralelamente, acordaron “instruir al asesor letrado de la Junta” a los efectos de entablar “eventuales acciones que correspondan”.

Un circo que desprestigia

La edila Susana Hernández consideró que todo el debate fue “un circo” con el ánimo de dilatar el tratamiento del expediente del hotel de campo en José Ignacio y “cansar” al público que esperaba seguir el proceso desde las barras.

“Presentíamos que esto iba a pasar, conociendo cómo el oficialismo dilata con excusas cuando hay temas que violan las leyes y las ordenanzas, para taparlo, y que las personas se vayan de las barras por cansancio. Todo formó parte de un circo que desprestigia a la política. Una falta de respeto a los ediles, edilas y contribuyentes que esperan el tratamiento de los expedientes. Fue una noche bochornosa”, sentenció.

Otros ediles del FA coincidieron con esa postura y reclamaron, en varias ocasiones, abocarse al tema que los había convocado a la sesión extraordinaria.

Por lo pronto, Antúnez enfatizó que continuará expresándose libremente y que su intención es terminar el período de gobierno para el que fue elegida por la población. Manifestó, asimismo, su disposición a presentarse en cualquier juzgado en caso de ser citada.