Una investigación pionera reportó bacterias fecales con gran potencial para producir enfermedades en la arena de ocho playas de Maldonado con arroyos y pluviales, y marca la necesidad urgente de incluir el análisis microbiológico de la arena en el monitoreo de la calidad de las playas de todo el país.
El trabajo, a cargo de científicos del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del Centro Universitario Regional Este (CURE) de la Universidad de la República, y del Laboratorio de Ecología Microbiana Acuática del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, fue divulgado el sábado pasado por la diaria.
Este viernes la Intendencia de Maldonado (IDM) salió al cruce de esta investigación por medio de la directora de Medio Ambiente, Bethy Molina, quien manifestó su descontento por “la alarma” que generó el trabajo científico. En declaraciones al área de Comunicaciones de la IDM, Molina afirmó que las playas “se encuentran en condiciones adecuadas para el baño” y defendió los controles que realiza la comuna “en convenio” con el Ministerio de Ambiente (MA).
Explicó que, según la normativa vigente y los estándares del Ministerio de Ambiente y del Ministerio de Salud Pública, la presencia de coliformes debe evaluarse en el agua, ya que esta medición es la que determina si es apta para consumo, riego o baño.
“Si mido coliformes en el patio de mi casa y tengo una mascota, también encontraré coliformes; eso no implica un riesgo sanitario”, sostuvo, para subrayar que “los riesgos surgen únicamente al consumir agua contaminada con coliformes”.
La IDM entiende que el estudio “no refleja la realidad”
Molina dijo que la IDM realiza análisis periódicos de la calidad del agua en sus playas, cuyas conclusiones se publican en el observatorio ambiental del Ministerio de Ambiente. “Estos análisis incluyen tanto parámetros físico-químicos como microbiológicos, y garantizan la aptitud del agua para el baño”, remarcó.
Además, destacó las diferencias entre los sistemas pluviales de Montevideo y Maldonado. Señaló que “Montevideo posee un sistema unitario (saneamiento y pluviales combinados), mientras que Maldonado cuenta con un sistema binario. Esto implica que el sistema de Maldonado minimiza el riesgo de contaminación del agua tras lluvias”.
La jerarca cuestionó “la alarma generada por los estudios de la Universidad de la República” y expresó su descontento con la difusión de información. En su opinión, “no refleja la realidad sanitaria de las playas locales”. Por último, sostuvo que, “en caso de detectarse algún problema, la intendencia tomaría las medidas necesarias, incluyendo el uso de banderas sanitarias”.
Para los científicos, no alcanza con medir coliformes en el agua
El citado estudio establece que no alcanza con medir los coliformes en el agua para determinar el riesgo a la salud por contaminación fecal al que nos exponemos en las playas, porque también están en la arena.
De hecho, los científicos encontraron que su detección en el agua no se relaciona con su presencia en la arena, por lo que es imprescindible muestrear en ambos sitios (si estuvieran asociadas, alcanzaría con monitorear su presencia sólo en uno de los dos lugares).
“A veces se puede subestimar ese riesgo a la salud con las normativas que tenemos actualmente, en las que la contaminación fecal se mide tomando muestras en el agua, porque la exposición se puede dar directamente en contacto con la arena, que es algo que se produce cuando se le da a la playa un uso recreativo”, dijo a la diaria el investigador Javier García, del CURE Maldonado.