El hecho de violencia doméstica se produjo el 19 de enero, sobre las 5.30 de la madrugada, cuando un hombre llegó a la casa de su expareja, en el barrio fernandino Cerro Pelado.
El hombre rompió una ventana y la mujer, de 41 años, se levantó a ver qué ocurría. Al salir al patio, se aterró al ver que su expareja había violado una orden de distanciamiento de 500 metros y que, además, llevaba un cuchillo en la mano.
La víctima fue atacada en distintas partes del cuerpo, aunque el agresor huyó antes de que llegaran los primeros vecinos, alertados por los pedidos de ayuda. Tras ser derivada a un centro de salud donde atendieron sus lesiones, la mujer presentó una denuncia en la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y de Género de Maldonado.
En San Carlos, a solicitud de la fiscalía de primer turno, el juzgado especializado en Violencia de Género, Doméstica y Sexual libró una orden de detención del agresor. El hombre, de 38 años de edad, fue ubicado este martes en Piriápolis. Estaba “refugiado en un hogar para personas con problema de consumo de sustancias”, informó la Jefatura Departamental de Policía.
Tras una audiencia que se realizó en el juzgado especializado de tercer turno de San Carlos, el hombre fue condenado por cometer “dos delitos de violencia doméstica agravados, todos en reiteración; dos delitos de lesiones personales y dos delitos de desacato agravados, todos en reiteración real”.
Cumplirá una pena de cinco meses de prisión efectiva más seis meses de libertad a prueba, con “supervisión y vigilancia” de las condiciones impuestas mientras esté fuera de la cárcel. Además de presentarse semanalmente en la comisaría más cercana a su domicilio, durante tres de los seis meses de libertad a prueba tendrá arresto domiciliario nocturno y prestará dos horas semanales de tareas comunitarias. La Justicia también le prohibió acercarse a su expareja, al hijo y a la madre de ella.