Para cuando el candidato presidencial Álvaro Delgado proclamó a su controvertida compañera de fórmula Valeria Ripoll sobre la medianoche del domingo, la dirigencia del Partido Nacional de Maldonado llevaba horas enfrascada en otro asunto: el minuto a minuto de los datos departamentales publicados en la web de la Corte Electoral. No era para menos, tras una campaña electoral centrada en las aspiraciones de una decena de figuras blancas a gobernar el departamento a partir de mayo de 2025.

Lo primero y más seguro que surgió del escrutinio primario es que el sublema liderado por el intendente Enrique Antía, Todos por Maldonado, llevaba una ventaja irremontable sobre Somos Unión y Cambio, del diputado herrerista Rodrigo Blás. En efecto, con casi el 100% de los circuitos escrutados, de los 33.234 votos que consiguió el Partido Nacional (PN) en el departamento, 22.482 correspondieron a Todos por Maldonado.

Muy detrás quedó el sublema Somos Unión y Cambio, con 8.792 adhesiones, logradas gracias a la presentación de 39 listas departamentales tras la precandidatura de Blás. En tercer lugar apareció el Movimiento Maldonado, del presidente de la Junta Departamental, Alexandro Infante, con 909 votos. El sublema Patria y Libertad, liderado por el exfrenteamplista Darío Pérez, quedó fuera del podio, en cuarto lugar, con 608 adhesiones.

Lo segundo y más interesante de los resultados fue el cabeza a cabeza entre dos de los siete precandidatos del sector de Antía: el director de Recursos Humanos de la Intendencia de Maldonado, Miguel Abella, y el diputado Diego Echeverría se mantuvieron en cauteloso silencio durante horas. El primero, siguiendo los resultados desde su casa, y el segundo, en su local central fernandino donde primaban las caras de preocupación e incredulidad de una militancia compuesta en gran parte por mujeres.

Roces por la candidatura de Todos por Maldonado

Poco a poco, las cifras a favor de Abella, un hombre de estrecha confianza de Antía y de perfil político extremadamente bajo durante la campaña, comenzaron a despegarse hasta llegar a un punto inalcanzable para el legislador. A esa altura, Echeverría habló con la diaria, primero para destacar “la muy buena votación del PN y el muy buen escenario que augura el esquema político para la coalición nacional”. Luego sugirió que, a pesar de la ventaja de Abella, no había nada definido con respecto a las candidaturas de su partido y que la decisión saldría de conversaciones con sus compañeros del sector de Antía.

Sobre la 1.00 de la madrugada, Abella salió de su casa para celebrar su ya seguro triunfo con la militancia en un local céntrico de Maldonado. No atendió los mensajes de la diaria pero sí habló con FM Gente para reivindicar su candidatura a la intendencia por Todos por Maldonado, a partir de “un trabajo silencioso, de reuniones en casas de familia”. Siempre dijo que no se le daban los grandes discursos, que prefería defender sus propuestas -la continuidad de la gestión de Antía- en el mano a mano con la gente.

La única lista que presentó Echeverría consiguió 5.776 votos, pero las siete listas de Abella lograron 8.855 adhesiones. El ganador recordó que los siete precandidatos del sector habían acordado, durante una reunión en la casa del intendente, que el más votado sería el candidato para la sucesión de Antía. “Si Echeverría dijo otra cosa, habrá que preguntarle qué quiso decir. Capaz que él tuvo alguna conversación en la que yo no estaba”, deslizó Abella respecto a los comentarios del legislador.

La derrota de Unión y Cambio

En los días previos a las elecciones, Abella también tuvo cruces con Rodrigo Blás, quien lo acusó de ser un desconocido para el electorado y de moverse a fuerza de jingles pegadizos y despliegue de publicidad. A pesar de su embate contra el delfín de Antía -porque, aunque el intendente se cuidó de manifestarlo públicamente, era un secreto a voces-, el sector de Blás sufrió una apabullante derrota a manos del grupo del jefe comunal.

En una rueda de prensa, el líder de Unión y Cambio evitó mencionar ese punto. “Agradezco la preferencia que me han dado los blancos de Maldonado”, dijo, para resaltar que con su lista 23 resultó el más votado entre los precandidatos del lema. “Fue una noche muy positiva, sobre todo para el partido. La Coalición Republicana le ha ganado ampliamente al Frente Amplio en lo nacional, en la cantidad de votos, y es un dato”, opinó.

Después destacó que el PN “cerró una buena fórmula con todo el partido detrás” y que en Maldonado compitió “contra nueve candidatos” y resultó el más votado. “Eso también nos da fuerza e ilusión para seguir adelante”, evaluó. A diferencia de Abella, quien está convencido de que es necesario convocar cuanto antes a la convención departamental para definir las candidaturas a mayo de 2025, Blás consideró que “no hay que apurarse”. Quizás porque, dada la baja votación de su sector, tendrá que negociar convencionales que avalen su candidatura.

Mientras esto ocurría, la única caravana que sacudió la tranquilidad de la capital fernandina fue la del Movimiento Maldonado y no estuvo protagonizada por autos, sino por decenas de motos. Acelerando a fondo, con escapes libres y bocinas, unos 40 motociclistas avanzaban detrás de un auto ploteado con el eslogan de Infante, cargado con parlantes a toda música en un baúl abierto.

Es que la agrupación del presidente de la Junta Departamental tiene, como base, a la agrupación Maldo Stunt, impulsada por jóvenes cuyo principal objetivo ha sido lograr un picódromo en Maldonado y en otros departamentos del país. Militaron por la precandidatura de Jorge Gandini, y aunque el senador no logró una buena votación, que el sublema haya quedado tercero en Maldonado, por encima de Darío Pérez, fue un buen motivo para celebrar.