Acostumbrados a batallar durante décadas por los servicios básicos que necesita el barrio, el fin de semana pasado habitantes de La Capuera cortaron la ruta Interbalnearia en protesta por la demora en las obras de acondicionamiento de la infraestructura vial y la falta de saneamiento.

El mal estado de las calles en pleno invierno, debido a obras que ejecuta la Intendencia de Maldonado (IDM) con fondos de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), caldeó los ánimos, ya que los trabajos que comenzaron hace un año y que debían finalizar este mes están notoriamente retrasados.

Desde agosto varios ediles del Frente Amplio han denunciado esta situación durante sus intervenciones en la Junta Departamental, mientras que los vecinos organizados han realizado asambleas y movidas de prensa para exponer el caso ante la opinión pública.

Este viernes 13, el intendente Enrique Antía resolvió presentarse en el barrio y enfrentar a la comunidad para dar explicaciones sobre las demoras, además de prometer que estarán prontas para fin de año. El encuentro -para el cual la IDM convocó a todos los medios- se dio bastante más tarde de lo previsto.

El intendente demoró en llegar y, entretanto, fue cubierto por el director de Obras de la IDM, Darío Camacho. En medio de los reclamos vecinales, Antía dijo que ya está de salida en el gobierno y que intenta solucionar lo que pueda, además de cuestionar a quienes cortaron la ruta Interbalnearia un domingo.

Algunos vecinos le recordaron que mandaron notas y actas y peticiones a la IDM para que se contemplara la situación “insostenible” de las calles del barrio, por las que no pueden transitar ni vehículos ni personas. Una mujer se quejó porque no puede enviar a sus hijos a la escuela debido al barro de las calles: el intendente le contestó que seguramente no los manda “para que no se ensucien los championes”.

Luego admitió que “hubo un atraso con las dos empresas” adjudicatarias, pero argumentó que, si la IDM rescindía el contrato por esa causa, el trabajo se habría demorado al menos otro año y medio. Aseguró que la administración “denunció” el incumplimiento de una de las empresas ante la OPP y que este organismo está controlando la obra, por lo que espera que “la situación se revierta”.

Dijo que esta empresa “que ocasionó el problema” apenas lleva un 12% de las obras concretadas, mientras que la otra ya está en un 94%, aunque ambas comenzaron al mismo tiempo.

Enrique Antía: “Dan manija” y “politizan obras”

En las últimas semanas, Antía no escatimó en críticas a ediles frenteamplistas y vecinos, a quienes acusó de “dar manija” y de “politizar” el asunto debido a que transcurre una campaña electoral. Este viernes volvió a hacerlo.

Los acusó de “politizar las obras”, que en los hechos son “transformadoras” para La Capuera. Junto a Antía, estuvieron esta tarde varios políticos de su sector Todos por Maldonado, como Diego Echeverría y Andrés Rapetti -candidatos a la diputación-, y el recientemente incorporado Darío Pérez, además de jerarcas de la Dirección de Gestión Ambiental y de la Dirección general de Asuntos Legales, entre otras.

Es que, una hora después de la convocatoria a la prensa para “explicar los atrasos” en las obras, hubo un acto político en la Plaza Guyunusa de La Capuera, como parte de la gira de campaña de dirigentes de su sector por la zona oeste de Maldonado.

El jefe comunal también aprovechó la instancia para resaltar la instalación de la policlínica del barrio a comienzos de esta administración, aunque los vecinos sostienen que el gobierno no cumplió con la ampliación prometida y que eso ocasiona múltiples inconvenientes al personal y los usuarios.

El intendente también destacó “el apoyo” a las obras de saneamiento con la instalación de desagües y el realojo de algunas familias. Pero, en los hechos, el saneamiento de La Capuera es uno de los grandes debes, ya que quedó excluido del paquete de obras que la Unidad de Gestión Desconcentrada de OSE en Maldonado realizará mediante un fideicomiso de 55 millones de dólares.

De Brum: “Harán dos veces la misma obra”

Para la edila frenteamplista Carina de Brum, residente del barrio, “el dinero se está malgastando”, ya que “es la segunda vez que se hacen obras en el mismo lugar sin tener en cuenta, por otra parte, el tratamiento de las aguas residuales”, un reclamo recurrente de los vecinos.

Explicó que en 2019 el intendente y varios jerarcas municipales inauguraron en La Capuera obras viales por más de un millón de dólares, que comprendían seis kilómetros de riego asfáltico en la calle principal. Esas obras fueron financiadas en un 80% por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y un 20% por la IDM, junto a la OPP, recordó.

En noviembre de 2020, nuevamente la IDM informó que realizaría una inversión cercana a los siete millones de dólares con recursos del BID, a través de la OPP, y que el plan de obras incluiría mejoras en la entrada a La Capuera, el ensanche de varias calles del barrio y la construcción de veredas, ciclovías y espacios públicos.

“Los trabajos que estaban pautados para comenzar en enero de 2021, comenzaron recién en 2023 y aún no se terminaron”, dijo en referencia a las obras que motivaron la visita de Antía, este viernes, al barrio. “En dos oportunidades se rompe, se gasta, se corrige, se mejora y se arregla una parte, pero no se tiene en cuenta el tema de fondo: lograr el financiamiento por parte del gobierno nacional para seguir con las obras de saneamiento en La Capuera”, cuestionó.

Perjuicios para comerciantes y usuarios de transporte colectivo

Considerando que la obra está demorando “mucho más tiempo” que el esperable, la edila remarcó que esto afectó a los comercios que se ubican sobre las calles en eterna reparación, que están cortadas o con tránsito limitado. “Su actividad económica se redujo considerablemente”, dijo.

También remarcó que las obras inconclusas afectan la entrada al centro cívico, el correo, la UTU, la escuela, la policlínica, el polideportivo, el CAIF y los accesos a la cancha de fútbol, donde “la circulación de las personas ha sido un caos”. A esto sumó que la falta de señalización y alumbrado público transformó la calle en “camino peligroso y accidentado”.

La situación también afectó la circulación de los ómnibus, que sin aviso previo variaban su recorrido en función del estado más o menos transitable de las calles, han señalado vecinos y ediles.

El 30 de agosto pasado, la IDM informó sobre nuevos cambios en la ruta del transporte de pasajeros “para facilitar las obras” que se realizan en la avenida Costanera, y suspendió siete paradas comprendidas en ese tramo.

Días después el edil frenteamplista Joaquín Garlo cuestionó a la IDM por informar a la OPP que las obras estaban finalizadas en un 95% (mostró registros oficiales), cuando a todas luces “están lejos de eso”.