En la sesión de este martes de la Junta Departamental de Maldonado, el edil del Partido Nacional (PN) Eduardo Berrondo planteó que el déficit habitacional contabilizado hasta 2024 es de “más de 14.000 viviendas en el departamento” y a nivel país es de 70.000, y se estima que ascienda este año. Informó que Maldonado “es uno de los departamentos con mayor déficit junto con Canelones y Montevideo”.

Con base en el último censo realizado de 2023, Berrondo dijo que Maldonado experimentó “un crecimiento poblacional significativo, absorbiendo inmigrantes de todo el país y de otros países”. El censo arrojó que en el departamento la tasa neta de migración 2018-2023 es de 1,2% anual, siendo la más alta del país, y, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), [la población de Maldonado creció 23,7% entre los censos de 2011 y 2023, y llegó a 212.951 habitantes.

Explicó que la causa de esta migración es por “el crecimiento del departamento, el desarrollo, la búsqueda de trabajo, y porque en el interior del país cada vez hay menos posibilidades”, en referencia a otros departamentos. Pero, entiende, que debe ir acompañada de “soluciones habitacionales”, y aseguró que pese al “esfuerzo de la comuna” en cuanto a la regularización de asentamientos, como el realojo del Kennedy y de Los Eucaliptus, así como la compra de tierras para edificar viviendas mediante sorteo, el acceso a la vivienda “sigue siendo un problema”. De hecho, informó que en el caso del sorteo de terrenos el requisito es “ser residente al menos durante diez años”.

En este sentido, indicó que vecinos que llegaron en los últimos años que consiguieron trabajo y se instalaron en el departamento “reclaman una solución habitacional”. En base a la contabilización de las cooperativas creadas desde 1968 cuando se promulgó el Plan Nacional de Viviendas (13.728), y “dada la acumulación del crecimiento masivo”, el edil informó que “son 400 cooperativas entre las que están en construcción y las culminadas en Maldonado, con un promedio de 40 a 45 socios”. Sin embargo, el déficit se mantiene en más de 14.000 viviendas, por lo que entiende que “con la formación de cooperativas se puede achicar este número”.

Cooperativas de vivienda como solución habitacional

Tras recorrer los barrios y asentamientos, el edil dijo que una de las propuestas transmitidas por los vecinos es la posibilidad de integrar las cooperativas de vivienda; sin embargo, aclaró que la mayoría “desiste” en el proceso de gestión ante la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) en Maldonado. Explicó que cuando se deriva a los vecinos a la ANV “la mayoría no sabe dónde queda, qué tiene que hacer, qué debe llevar, y a veces los derivan a otro lugar”, o incluso deben completar “un montón de formularios que están a nivel de escribano”.

Por lo tanto, cree que “falta asesoramiento y promoción” y se debe implementar en coordinación con la ANV “oficinas y mostradores con folletería y funcionarios preparados que tengan conocimiento de cooperativismo en los municipios”.

En el marco de la ley de vivienda (13.728) impulsada en 1968 por el entonces ministro de Vivienda, Juan Pablo Terra, se incluye a las cooperativas de vivienda, que, según explicó el edil, “brindan la posibilidad de tener una solución habitacional de forma colectiva”, y los socios son a la vez promotores, dueños y usuarios del proyecto, y su objetivo “es garantizar el derecho a una vivienda digna para sus miembros, a un costo accesible, eliminando el beneficio inmobiliario y promoviendo la ayuda mutua”. Por lo tanto, se busca fomentar el desarrollo de estas cooperativas al considerar que es “la mejor forma de acceder a una casa propia”.

Sobre la disposición de tierras para estas cooperativas, dijo que ha recibido solicitudes de cooperativas en formación que “no están solicitando tierras”. “Si el Instituto Nacional de Colonización puede gastar millones de dólares para un fin productivo, creemos que se podría designar algún millón para comprar tierras”, aseguró Berrondo, a sabiendas de que el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) y las intendencias “deberían invertir en terrenos viables para la construcción de las mismas, con el retorno de su valor”.

Es decir, cuando la ANV accede al préstamo, “esa tierra que la intendencia le dio la cooperativa debe pagarla”, y considera que “no sería una pérdida, sino una rueda de dinero que siempre estaría ingresando” y, a su vez, “otras cooperativas de formación podrían tener tierras” y no esperar “casi tres años para acceder a ellas”.

Por último, anunció que se remitirá un expediente a la Comisión de Vivienda y Asentamiento de la Junta Departamental para “poder desarrollar un buen proyecto entre todas las bancadas [de los diversos partidos políticos]”.