Vecinos al este del arroyo Maldonado reiteraron una iniciativa ante la Junta Departamental de Maldonado para escindirse de la jurisdicción de San Carlos;esto abarca a la circunscripción territorial DEH (La Bota, Balneario Buenos Aires, Santa Mónica) y DED (El Tesoro, La Barra, Manantiales, Punta Piedras y El Chorro). Si bien en 2018 residentes de la circunscripción DED presentaron la solicitud de creación de un municipio propio, no prosperó y se envió una nueva solicitud este jueves 23 de octubre con 2000 firmas recolectadas, que se suman a las 1250 de la solicitud anterior.

Esta iniciativa se enmarca en la Ley de Descentralización (19.272), que establece que debe haber un mínimo de 2000 habitantes permanentes y contar con un mínimo de 15% de las firmas de los ciudadanos inscriptos en el padrón electoral. En este caso son cerca de 12.000 habitantes, según el Censo de 2023. Para la circunscripción DED se recolectaron en 2018 “1250 firmas, equivalentes a un 50% de los residentes de la zona de ese momento”, y para la DEH “más de 2000, un 60% de los habilitados”, informó Ángel Rubbo, integrante de la comisión vecinal de La Barra formada en 2018.

Las adhesiones deberán ser validadas por la Corte Electoral, que generará un expediente que se agregará al abierto en 2021 a solicitud de la circunscripción DED, y regresará al ejecutivo departamental. El intendente de Maldonado, Miguel Abella, debe enviarlo a la Junta Departamental con o sin informe en un plazo de 60 días. Transcurrido dicho plazo, la Junta Departamental decidirá sobre la creación del municipio por una mayoría especial de dos tercios de sus integrantes.

Si bien la legislación marca un plazo para que la Junta se expida, Rubbo dijo que “no genera una obligación”, motivo por el que el expediente de 2021 “quedó encajonado”. Agregó que, si no se expiden el intendente y la Junta Departamental, debería haber un referéndum departamental “con voto obligatorio de los residentes, para decidir de forma democrática la creación del municipio”.

Razones para salir del Municipio de San Carlos

Respecto al motivo de la solicitud, José Pablo Brancaccio, también integrante de la comisión vecinal del barrio, dijo que San Carlos “tiene un tercio del territorio departamental; el más grande de los ocho municipios”, sin embargo, el municipio “da la espalda a los problemas”. Por eso, la intención es contar con un municipio propio cuyo alcalde y concejales “participen en la elaboración del presupuesto quinquenal” y, con el apoyo de vecinos y agrupaciones, se definan prioridades y “a dónde volcar el dinero”.

Rubbo, por su parte, indicó que el Municipio de San Carlos desde hace 30 años “no atiende las problemáticas [barriales] porque está desbordado en sus propias obligaciones, en la parte urbana y rural”, pese a la necesidad ante el exponencial crecimiento poblacional al este del arroyo Maldonado. Además, aseguró que La Barra “está abandonada” y es una situación “muy grave”, al tiempo que se pretende tener “una identidad cultural propia”.

“Desde hace 30 años hay ausencia de ediles, alcaldes y del intendente en la zona”, aseguró Rubbo, quien entiende que “deberían interiorizarse con los vecinos, recibir las opiniones o pedir su participación”. A modo de ejemplo, mencionó que en 2015 y años posteriores le entregó un expediente para solicitar mejoras en tránsito al director general del Departamento de Movilidad, Juan Pígola; también la comisión vecinal hizo lo propio con la exalcaldesa Alba Rijo, sin embargo, “no se hicieron”.

Problemas en saneamiento y agua potable

Por otra parte, aunque el saneamiento y la potabilización del agua es una tarea que le corresponde a OSE, los vecinos consideran que contar con un municipio propio facilitaría el control y la supervisión de obras en la zona. Rubbo dijo que hay “muchos puntos de las dos circunscripciones que están sin saneamiento” debido a que la planta de tratamiento de aguas residuales de la zona “está superada en su capacidad hace bastante tiempo”. Por consiguiente, “está contaminando las aguas del arroyo Maldonado que desembocan en el océano Atlántico en zonas turísticas”. Entiende que la planta debería haber sido “ampliada o conectada con la planta de El Jagüel, que es más moderna”.

Recordó que, como “no es suficiente” el abastecimiento de agua potable que proviene de la Laguna Blanca, “parte de la circunscripción DED, hasta la Avenida Jaureguiberry, está siendo alimentada por Laguna del Sauce [que también abastece a Maldonado, Punta del Este, Piriápolis, Balneario Solís]”, y desde esa avenida hasta José Ignacio por Laguna Blanca. Sostuvo que “no hay 100% de seguridad que las fuentes de agua dulce provean a toda la población que se está instalando”.

En ese sentido, hay un proyecto de creación de una planta de tratamiento de aguas residuales en la ciudad carolina, que según informó en diciembre de 2024 el director de OSE-UGD (Unidad de Gestión Desconcentrada) en Maldonado, Jesús Bentancur, “atenderá a 48.000 personas con perspectiva al 2045”, mientras que la actual es para “17.000 personas”, cuando San Carlos alberga a “más de 30.000”.

Rubbo señaló que “todavía no se construyó”, y agregó que al estar localizada cerca del arroyo San Carlos, que abastece la Laguna Blanca, “es bastante riesgoso”. Esta semana se reunieron el presidente de OSE, Pablo Ferreri, y el intendente Abella, y se destacó la puesta en marcha del fideicomiso para obras de agua y saneamiento, que destinará 17 millones de dólares para la nueva planta, según informó Ferreri en rueda de prensa.

El impacto de las excepciones edilicias

En tanto, Brancaccio se refirió a los proyectos edilicios aprobados por excepciones de las normas, como barrios privados y construcciones en altura, que a su criterio producen “más tránsito y conexiones de agua”. Explicó que hay zonas donde “la presión no alcanza” y que con estas construcciones “empeoraría la situación”.

En febrero de 2024, vecinos de El Chorro y Manantiales se movilizaron por problemas de contaminación en la playa, que inicialmente asociaron con el crecimiento de la población local y las carencias en materia de saneamiento. No obstante, las autoridades de UGD-OSE atribuyeron el fenómeno a un banco de mejillones en putrefacción.

Por otra parte, en noviembre del mismo año un estudio académico reveló que en la costa de Maldonado hay siete playas con “altísimos niveles de coliformes en agua”, de las cuales tres están ubicadas al este del Arroyo Maldonado: El Chorro (junto a Manantiales) y La Posta del Cangrejo más la desembocadura del arroyo Maldonado (La Barra).

La problemática ambiental asociada a la construcción de nuevos edificios sin previsión en materia de saneamiento y agua potable, sobre todo en Manantiales y La Barra, ha sido motivo de intensos debates en la Junta Departamental de Maldonado durante la administración del exintendente Enrique Antía.