Vecinos de la microcuenca del arroyo Tarariras, en el oeste de Maldonado, denunciaron “la utilización recurrente como vertedero de basura” de la zona del puente ubicado sobre la ruta 73, y actividades de tala de leña, caza y fogones, que consideran “inapropiadas”. Esta semana entregarán una carta a las autoridades locales, a la Intendencia de Maldonado (IDM) y a la Junta Departamental en espera de acciones inmediatas.
Según el documento, al que accedió la diaria, pedirán “la colocación de carteles prohibiendo cada una de las actividades mencionadas” y plantearán que, para esa cartelería, se emplee “madera rústica con letras en quemado o similar”, para respetar las características naturales. A través de esta carta –que tendrá firmas adjuntas– se busca “generar un espacio de escucha para poner pienso sobre la problemática”, dijo Cristina Angeloff, vecina de la zona.
Además, detectaron que en el bosque ubicado detrás del Castillo Pittamiglio y “sobre la ribera de uno de los tramos del arroyo Tarariras”, se están talando varios ejemplares de eucalipto rojo de alrededor de 70 centímetros de diámetro. Angeloff indicó que en abril pasado se presentó una denuncia ante la seccional 5 de Solís y que ahora prevén enviar una carta a la alcaldesa del Municipio de Solís Grande, Patricia Martínez, para pedir, como principal medida, la presencia de guardaparques y la colocación de cartelería.
“Este problema no es reciente; es habitual escuchar el sonido de motosierras para la tala indiscriminada”, dice la carta, que destaca que el castillo, su entorno y las diversas especies de árboles “son parte de la riqueza histórica y paisajística de la zona”. Por ello, los vecinos sugieren “disponer de guardaparques del Polo Tecnológico Arrayanes en el acceso al monte sobre la ruta 73” y, posteriormente, “notificar por escrito a los leñadores y colocar cartelería que prohíba la actividad”.
Además, se recomienda “acondicionar la tierra para que la portera de madera del ingreso al monte quede habilitada y funcione como antes de las obras realizadas en ruta 73, permitiendo su cierre y apertura sólo por los propietarios”. Por último, solicitan la presencia “institucionalizada y física” de las autoridades, dado que esta actividad “no se limita a la recolección de leña para encender fuego”, sino que han observado “tres camionetas en una sola mañana, especialmente los sábados y lunes”.
Relleno de humedales con camiones de tierra
A estas problemáticas se suma el relleno de humedales, constatado tras el ingreso de camiones con tierra en el fraccionamiento “Altos de Playa Verde”, ubicado en el antiguo sitio arqueológico Urupez, al norte de la ruta 10 y lindero al arroyo, donde se desarrolla un proyecto inmobiliario.
Angeloff dijo que es un “atentado bestial”, dado que es una zona donde hay yacimientos líticos y fauna y flora autóctonas. Durante el gobierno anterior, los vecinos plantearon lo sucedido con el relleno a la Administración Documental de la IDM, encargada de la regularización de obras y trámites vehiculares.
La intención era que “recompren las parcelas vendidas y que paren el fraccionamiento” y “poner un pienso, entre todos los vecinos, que levante la zona y la lleve a un fraccionamiento urbano”. Sin embargo, la respuesta fue que “no pueden hacer nada porque el fraccionamiento pasó a manos de privados”.