La Justicia iraní ejecutó en la madrugada del lunes a un segundo detenido en las manifestaciones que se están registrando en el país desde hace tres meses, de acuerdo con lo que confirmó Mizan News, un medio oficial iraní vinculado con el poder judicial.
Según informó El País de Madrid, Majid Reza Rahnavard, de 23 años, murió al ser ahorcado en una grúa en forma pública en una calle de Mashhad, la segunda ciudad más grande de la nación persa, ubicada aproximadamente a 900 kilómetros al este de Teherán. El joven fue ahorcado apenas 23 días después de su arresto, el 19 de noviembre. Pocos días después, fue condenado a muerte, acusado de haber matado a puñaladas a dos miembros de la milicia paramilitar Basij y bajo el cargo de “enemistad con Dios”.
Un primer manifestante, Mohsen Shekari, también de 23 años, ya había sido ejecutado el 8 de diciembre en una cárcel iraní, acusado por el mismo delito, aunque en su caso no mató, sino que hirió con un arma blanca a un integrante de esta fuerza paramilitar.
El caso de Majid Reza Rahnavard aumentó aún más la preocupación internacional por lo que está pasando en Irán. La abogada iraní de derechos humanos Shadi Sadr, cofundadora de la ONG Justice for Iran (Justicia para Irán), dijo a El País de Madrid que Rahnavard era “uno de los líderes de las protestas callejeras”. Esta jurista, que logró revocar varias condenas a muerte contra activistas y periodistas antes de exiliarse en Europa en 2009, afirmó que al hombre “se le negó el acceso a un abogado”. “En su lugar, se le designó uno de oficio. En el juicio, el letrado se puso del lado de la acusación y confirmó sus afirmaciones en lugar de defender a su cliente”, agregó. “Está claro que en el juicio no se respetaron las garantías procesales. Según las leyes islámicas vigentes en Irán, cualquier acusado tiene derecho a apelar su condena a muerte en un plazo de 20 días después de recibir la sentencia, que luego debería ser revisada por el Tribunal Supremo. Sin embargo, [Rahnavard] fue ejecutado 18 días después de ser condenado. Se ha aplicado la pena capital antes de que su familia pudiera apelar”, explicó Sadr.
Nuevas sanciones contra Irán
El lunes la Unión Europea decidió aumentar la presión sobre el gobierno teocrático de Teherán al aprobar un nuevo paquete de sanciones por sus vulneraciones de los derechos humanos y la represión violenta de las movilizaciones iniciadas tras la muerte de la joven Mahsa Amini.
Los ministros de Relaciones Exteriores de los 27 países que integran el bloque comunitario aprobaron agregar 20 personas más a la lista de sancionados iraníes que verán sus bienes en los países de la UE congelados y que además tendrán prohibido viajar dentro del territorio comunitario. Los sancionados, según comunicó la UE, tuvieron un papel destacado en la respuesta violenta a las manifestaciones. La mayor parte de las personas alcanzadas por la sanción son altos cargos de la Guardia Revolucionaria, la fuerza paramilitar que supervisa las estrictas leyes que rigen en el país asiático. En la lista de sancionados también fueron incluidas cuatro entidades, entre ellas, una cadena de televisión estatal que oficia como portavoz del gobierno. “La UE tomará todas las medidas que podamos para apoyar a las mujeres jóvenes y a los manifestantes pacíficos”, manifestó el jefe de la diplomacia europea, el español Josep Borrell.
A estas sanciones se suman también nuevas medidas restrictivas por el apoyo de Irán a Rusia en su guerra en Ucrania. Según la UE, Teherán suministra armas a Moscú, entre estas, drones de uso militar, que las fuerzas rusas utilizan contra la población civil. Además, analistas y fuentes diplomáticas creen que el gobierno iraní –que en todo momento negó haber entregado a Rusia drones tras la invasión a Ucrania que comenzó el 24 de febrero– se prepara ahora para vender a Moscú una nueva partida de misiles balísticos.